Han pasado semanas desde que Otamendi habló sobre su futuro durante la pasada Copa América de Chile. Decir él, en realidad dijo poco, pero dejó aquello de que «mi representante actua obviamente con mi consentimiento». Por tanto, ahora que Eugenio López se dedica a difundir la idea de que el central está dispuesto a rebelarse, a declararse nada menos que...¿en huelga? Hasta a no presentarse en Valencia el día estipulado si el club no lo traspasa por la cantidad que el agente diga, tendremos que deducir que también está hablando por él. Pero eso aquí no vale, si Otamendi quiere rebelarse y es un tío como debe ser, tendrá que presentarse en Valencia, decirlo y hacerlo, como en su día Ayala. La diferencia es que a Fabián, aunque le movía también el deseo de irse a un club que le pagara más y pudiera ganar más títulos, cuando fichó por el Valencia le prometieron de palabra una mejora notable de contrato que entonces no se había cumplido. No es el caso del General, que tiene un contrato por cumplir y por cierto bastante largo.

Chantaje, no

Si lo tuvieran que vender

Es una lástima, este equipo que se vislumbra con la figura de Otamendi liderando la defensa tiene muy buena pinta, con una solución al tema de la portería y quizá un jugador de primer nivel para la banda derecha por Bakkali, que hoy por hoy no lo es. La gente alberga todavía dudas, pero hay expectación y ganas de que empiece el baile de verdad con los partidos importantes como el del sábado. Hay que esperar que el Valencia sea un club serio y no ceda al chantaje, que no se deje engañar por nadie con jugadores a cambio de Otamendi que no le son prioritarios. Y si lo tuvieran que vender por menos de los cincuenta por conveniencia o por necesidad, que lo digan también. Peores cosas se han visto.