Tal día como hoy hace exactamente un año, desde el lejano Singapur, Peter Lim pasaba la madrugada viendo por televisión un partido del Valencia CF y a continuación buscaba por internet la clasificación de la Liga, para comprobar si era verdad todo eso que le contaban de un equipo -todavía no era suyo del todo- que iba el primero en la Liga. Él sabrá lo que le cuentan ahora y si coincide o no con el análisis que a estas alturas alguien tiene que haberle hecho ya. No tiene tan difícil detectar cuál ha sido su error en estos meses, qué es lo que ha tocado y ha venido a romper el equilibrio, la conexión y la altísima exigencia que había en este club, de hecho lo sabe todo Mestalla, pero si todavía no lo tiene claro hay muchísimas páginas escritas que le pueden traducir. Obviamente con permiso de Nuno, que eso sí lo controla. Y después se presenta a jugar un partido de esta importancia poco menos que con el Valencia juvenil para que le vuelvan a tocar el morro. Si como dice el entrenador hay tanta calidad en la plantilla y tantas opciones para hacer un equipo que compita bien, cosa que se podrá discutir más o menos, habrá que pensar entonces que quien está fallando también es él.