Con todo lo que hay en juego en el fútbol lo primero es ganar y después ya vamos con todo lo demás. Desde ese punto de vista hay que celebrar la victoria y a continuación mantenerse en alerta como acostumbra a hacer Mestalla cuando ve que el equipo se viene abajo y está haciendo méritos para perder. En su intento de prestigiar este 2-1 ante el Gent, Nuno da en el clavo. Explica que el rival es un muy buen equipo y tiene razón, como equipo demostró funcionar mejor que el suyo, pero lógicamente con peores jugadores. Los gestos de su entrenador en el banquillo tras el gol del empate del lateral Thomas Foket, que no es Cancelo ni Gayà, lo dicen todo, ni los suyos podían creer el golazo que había marcado con la pierna mala. Lo mejor de la noche es otra vez -y que no pare- el resultado, aunque lo normal en un equipo de la talla del Valencia después de rematar a portería más de diez veces en media hora sería haber resuelto y goleado. No es así, a eso ya empezamos a acostumbrarnos, y tal como está el asunto también hay que celebrar el marcador de Rusia, porque una victoria en Bélgica dejaría al Valencia muy cerca de octavos. Aunque visto lo visto no será fácil ganar allí.