La presidenta del Valencia no es una persona de fútbol, aunque para estar donde está y no morir en el intento le tiene que gustar. Es, de eso no hay duda, inteligente, trabajadora y capaz, por eso no vayamos a pensar que no sabe lo que está pasando. Quizá hasta no hace mucho no tenía más datos que los que le contaba Nuno, la autoridad con línea directa, pero hoy eso ya no es así. A estas horas Layhoon creo que andará por Singapur analizando con el propietario qué es lo que se puede hacer para devolver el fútbol al equipo y la ilusión a la gente. He sido muy crítico con Nuno, SUPER lo ha sido sobre todo desde el día en que el entrenador decidió acabar con el equilibrio casi perfecto que había llevado al equipo hasta esos 77 puntos con la plantilla más joven de la Liga, forzar la salida de los que habían armado esa plantilla competitiva y comprometida en el campo, todo a cambio de lo que estamos viendo. Con todo, ojalá en lugar de lamentar lo ocurrido en el pasado me estuviera comiendo hoy mismo mis críticas viendo al Valencia donde está el Zenit en la Champions y en la Liga del Celta para arriba. Qué mala suerte.

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