Entre unas cosas y otras al equipo lo han dejado como se suele decir hecho unos zorros, pero habrá una reacción tanto esta noche en el incómodo Lasesarre como el sábado en Mestalla. Voro no es mago pero sabe meter mano a estas situaciones, siempre desde un conocimiento riguroso de dónde está el problema y la solución. Su auténtico valor es todo lo que sabe y todo lo que calla, aunque en esta ocasión tampoco hay que dejar de lado lo que dice, porque su discurso es certero se mire por donde se mire. Después de lo que llevamos vivido en el último año, al señor Lim le pediría que el entrenador elegido sea un tipo normal. Simplemente eso.

De verdad, estas son las últimas líneas sobre Nuno. Se va siendo agradecido a Peter Lim, que es quien le dio esta magnífica oportunidad, y defendiendo a muerte a Mendes, por razones obvias. Pero hay algo en lo que se volvió a hacer el loco en su despedida, se va sin decir la verdad de lo que ocurrió en verano porque el argumento es que todo el problema está en que él no tuvo nada que ver, son los aficionados que le tomaron manía pese a haber conseguido, según sus palabras, «la mejor clasificación en la historia del Valencia». Cuarto.

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