Seguro que la profesora de español de Gary Neville le habrá explicado ya que lo más sencillo y directo para expresar su sorpresa por todo lo que se va encontrando es utilizar el verbo flipar, porque el entrenador tiene que estar flipando con todo y si lo dice así le va a entender todo el mundo. Una preparación de la temporada deficiente y una gestión de los recursos nefasta han llevado al equipo a jugarse una final en El Madrigal y otra ante el Real Madrid en Mestalla para no quedar casi definitivamente descolgado en la Liga, amén del desastre en la Champions. Sin duda es importante hacer una traducción exacta de lo que dice en sus ruedas de prensa y se acepta que quiera matizar después el sentido que se le pueda haber dado a alguna de sus palabras, como una alusión a la labor de Nuno que de inmediato estaba en todos los titulares, aunque con todas las deficiencias que ha puesto sobre la mesa y que se han cometido en los últimos meses en el Valencia CF, por muy elegante que quiera ser Gary el anterior entrenador todopoderoso tiene difícil librarse. Lo sabe Neville y lo saben los aficionados, aunque necesitan escucharlo con sus palabras ahora. Hace bien en decir las cosas como ha comprobado que ocurrieron, además es lo mejor que puede hacer, en otro momento podría sonar más a excusa.

Pero la cosa no acaba ahí. Tiene que estar flipando también con los arbitrajes del Real Madrid y el Barcelona en comparación con el resto. Él que, viniendo de donde viene, seguramente pensaría que eran clubes ejemplares. Si algún día regresa a Inglaterra, ahora ya puede contar la verdad, que les hable del trato de favor lamentable que tienen estos dos clubes, especialmente el Real Madrid, de la imagen real que nada tiene que ver con la que exportan al exterior a través de sus potentes canales. El robo al Rayo fue una absoluta verguenza, lo de la Real Sociedad para demanda judicial. Y ahora€ Mestalla.

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