Cada día que Peter Lim y la presidenta Layhoon Chan siguen sin clarificar quién está al mando de un proyecto deportivo de la relevancia que tiene el Valencia CF alimenta la sospecha de que al final, cuando lleguen los calores del verano, volverá a ser Jorge Mendes el que corte el bacalao. No digo que eso vaya a ser así, simplemente digo que cada día más de indefinición es tiempo perdido y no hace otra cosa que alimentar la desconfianza en el entorno. Es algo que ellos tienen que saber y tendrían que solucionar no hoy ni mañana, sino ayer. Les tiene que preocupar que las decisiones sobre qué hay que fichar y cuándo, por ejemplo ahora en enero, se tomen con las máximas garantías de acierto porque tienen muchos millones de euros invertidos en una empresa de fútbol que necesita profesionales de fútbol para poner el criterio y el análisis. Y también les tiene que preocupar de la manera en que huyen desde hace algún tiempo de toda relación con el agente. Lógico por otra parte viendo lo que da de sí el equipo en relación con el precio que han pagado.

Lea más opiniones de Julián Montoro, aquí