Eliminados por un penalti que sí entró en una portería que además no era reglamentaria. Así resume uno de los chicos del juvenil la decisión de la UEFA de no atender la reclamación del Valencia CF. Parece ser que los encargados de estudiar el caso han sido unos señores que pertenecen a un organismo que dice ser de Control, Ética y Disciplina, aunque la decisión no está ni mucho menos a la altura de tan pretencioso y rimbombante título. Si hubiera un mínimo de control, ética y disciplina, el avión del Valencia no habría despegado del aeropuerto de Londres sin que ese mismo día se volviese a disputar la tanda de penaltis. Por justicia. Una vez en el aire, estaba más que claro que si te he visto no me acuerdo. Es una vergüenza y un atraco que el club está obligado a acatar para evitar represalias, porque así es como se las gastan, aunque el ridículo es mundial y hay que denunciarlo todas las veces que haga falta.

Había muchas cosas de qué hablar, unos registros de Gary Neville que son para preocuparse, unos egos en el vestuario que aparecen en el momento menos oportuno, cuando más unidos hay que estar. Acaba de quedar demostrado que ni con la inercia de cuatro victorias el equipo está en condiciones de competir con el Athletic de Valverde, rival por si fuera poco en los octavos de la Europa League, para todo habrá tiempo porque la prioridad es que esa gente que manda en la UEFA no olvide el daño que han causado a estos chavales, las ilusiones que han roto. Lim pese a todo cree en Gary, en ellos no cree nadie.

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