Es evidente que Negredo tiene un cartel importante, cuando a pesar de las dos temporadas que lleva en Valencia despierta interés de clubes como el Milan, el Inter y algún otro más. En el Valencia, de hecho, se hacían a la idea de que había bastantes posibilidades de que se quedara a pesar de que tanto su ficha como la amortización de su traspaso -queda todavía mucho por pagar de esos casi 30 millones- son una losa. Sin su salida y la de Enzo Pérez, cumplir con el coste límite de plantilla y hacer un equipo competitivo para volver a la Champions es una ecuación muy difícil de resolver, de ahí que hace un par de semanas ya habláramos del caso como las patatas calientes de Lim.

Con Pako

Lo de quedarse con Negredo era porque venderlo por menos de lo que falta pagar por él supone un pequeño desastre para las cuentas, aunque da la impresión de que esa posibilidad dejó de valorarse en el momento en que se tomó la decisión de renovar a Pako Ayestaran. Si como parece es así, es un gesto interesante del club hacia el entrenador, que como es lógico quiere establecer sus propios liderazgos y sacarse los que no han funcionado en ninguno de los sentidos. Si además García Pitarch consigue hacerlo con una operación razonable, habrá que hacerle poco menos que un homenaje, aunque como decía siempre hay clubes dispuestos a apostar por futbolistas de esta talla aunque en dos temporadas no haya habido manera de que cogiera la forma.

Fichaje

Negredo, fichado por un impulso y posterior golpe de talonario del propietario, fue el fichaje más ilusionante de los últimos años en el Valencia. Ahora es fácil decir que fue un error, entonces nadie cuestionaba el golpe de efecto y el potencial que añadía a la plantilla. En realidad, más que una equivocación, es él quien ha defraudado al Valencia y a su afición.

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