Es difícil imaginar qué extrañas fuerzas mueven a los futbolistas a decir las bobadas que muchas veces dicen, a meterse en líos donde nadie los ha llamado. Con la temporada que ha hecho, Pedro Pedrito Rodríguez tendría que estar más que agradecido a Del Bosque por haberle llevado a Francia. Solo por ser quien es tiene la oportunidad de volver a ser protagonista de otro de esos grandes momentos de la Roja, mientras el seleccionador dejó en casa a otros que lo merecían más que él como pueden ser Saúl, Isco, Fernando Torres o -con perdón- Paco Alcácer. Es una lástima que por su mala cabeza un futbolista pueda ensuciar una trayectoria en la selección intachable. Si uno no está conforme con ser comparsa o participar poco, una vez acabada la Eurocopa anuncia que se retira de la selección y se va además con todos los honores, pero soltar la bomba allí en plena competición cuando el equipo se está jugando tanto es inaceptable.

Mustafi

O como lo de Mustafi. También es difícil imaginar que un diario madridista pueda tender a Toni Kross, a Luka Modric o a Sergio Ramos la misma trampa que utilizan para liar al jugador del Valencia. El periodista no pregunta, sino afirma, que la exigencia de jugar en la selección alemana nada tiene que ver con la que vive habitualmente en el Valencia CF. Y el jugador, claro, le sigue la corriente y se acaba metiendo en un charco del que después trata de salir como puede. Otra cosa es que igual es verdad que el Valencia a los ojos de Shkodran Mustafi -y a los de muchos- ha bajado ultimamente en exigencia. Sin ir más lejos porque hace un año la referencia que tenía al lado era Otamendi y de repente acabó siendo Abdennour.

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