Dice un anuncio de televisión que no tenemos sueños baratos, porque puestos a soñar que además es gratis más vale hacerlo a lo grande, que para lo demás ya tenemos la vida misma. Suso García Pitarch también tendrá sueños caros y sus pequeños o grandes caprichos, quizá llegue el día en que alguno lo pueda hacer realidad incluso este mismo verano si se dan las circunstancias, aunque eso no llegará hasta que logre poner en orden el desastre de plantilla que le dejaron Nuno y Mendes, carísima, descompensada, acomodada y, lo que es más preocupante, con un rendimiento bajísimo la última temporada.

De momento la situación de emergencia que le ha tocado manejar le obliga a tener los pies en el suelo porque hay unos objetivos económicos que cumplir, aunque eso no le ha impedido hacer ya dos fichajes. Se le podrá cuestionar el gusto o el criterio, pero poco más. Los dos tienen un sentido y por lo que costó más o menos Aderllan Santos, un central absolutamente desconocido por el que no se conoce que hubieran grandes —ni pequeños— clubes interesados, ha traído a Nani y a Álvaro Medrán. Un atacante que ha sido titular y capitán de la selección campeona de Europa y un joven centrocampista que ha jugado en el Real Madrid y se lo quitaban de las manos, aunque ni tan joven ni tan inexperto ni tan caro como, por ejemplo, Danilo Barbosa. Ese es, definitivamente, el cambio de planteamientos en que está inmerso el Valencia CF, hacer una plantilla con criterios profesionales y pensando en el rendimiento. Porque pronto empezará a rodar el balón y habrá también objetivos deportivos que cumplir.

Por lo demás, si el fichaje de Nani era una oportunidad que no podían dejar pasar, esta segunda incorporación evidencia que la Operación Salida es un hecho a falta de empezar a firmar papeles. Como decíamos, no tiene vuelta atrás.

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