Si es Suso García Pitarch el que la ha liado parda con Diawara, el jovencísimo futbolista guineano que está en paradero desconocido y ni siquiera atiende las llamadas a su teléfono de los dirigentes del Bolonia, el director deportivo no va a poder pisar Italia sin riesgo de que lo detengan. El Valencia parecía haberse hecho a un lado porque, al aparecer clubes importantes interesados por el jugador como el Nápoles y la Roma, declaraba abiertamente que no podía competir en sus circunstancias actuales.

Lo que pasa es que después aparece el representante del jugador, el que estuvo no hace mucho en Mestalla, para quejarse por el trato recibido por el jugador y pidiendo que lo dejen salir. ¿A dónde? Pues habrá muchos clubes interesados que están en conversaciones con el Bolonia, pero el tal Daniele Piraino solo nombra a García Pitarch cuando amenaza con que el jugador se va a declarar en rebeldía, como así ha sido. Y después habla el director deportivo italiano y dice que están hablando con otros clubes, pero lo que se dice oferta solo tienen la del Valencia CF.

Esto, más allá de que Suso consiga llevarse al jugador, tiene pinta que es lo que parece, por mucho que en realidad el fichaje esté muy difícil o que hasta nos podamos hacer a la idea de que es imposible. Hay unas normas de la UEFA y de la FIFA que prohiben determinadas prácticas en el fútbol, aunque luego están las leyes no escritas del fútbol que son otras. Esto mismo le podría pasar al Valencia CF por ejemplo con André Gomes, de hecho ya pasó con Otamendi.

Claro que, siendo quien es el representante de André, también se puede pensar que no le jugará una mala pasada a su amigo Peter Lim para entregárselo por ejemplo a Florentino, con un futbolista por el que el magnate apostó muy fuerte cuando comprometerse a pagar 15 millones por él y dar un 25% de la plusvalía al Benfica era mucho.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.