Si alguien viene y en nombre de pocos o muchos accionistas acaba comprando las acciones del Valencia, cosa que ahora mismo no veo lejos sino lo siguiente, la primera duda que me surje es quién de ellos va a mandar. Porque otra vez los políticos no creo y espero que por su bien el banco tampoco. La segunda duda, a qué representante de futbolistas se van a entregar para hacer el equipo. Porque el fútbol es así. Y la duda siguiente, aunque no menos importante, es si no será más importante comprobar qué es lo que da de sí el equipo a partir del próximo domingo, ya con todos sus efectivos, antes de volver a los cañones y a las trincheras, que en realidad es lo que más nos gusta aunque también lo que más daño nos hace. El señor Lim ha cometido errores que explican lo que le está pasando. El rechazo que su proyecto ha generado cuando tenía a todo el valencianismo sano entregado, ilusionado con un propietario que quería hacer un gran equipo y pagar las deudas que causaron otros. Pero tampoco es mentira que desde el primer día no ha dejado de sufrir el acoso de los mismos de siempre. ¿Por qué no se hacen del Madrid?

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