No sé si Manuel Llorente se planteó dimitir la noche en que Mestalla se lo pidió por cuarta o quinta vez, lo que sí ocurrió y todos lo sabemos es que decidió cargarse al entrenador novato e inexperto por el que él mismo había apostado pocos meses antes, a espaldas de su consejo de administración, de su director deportivo y de su secretaría técnica. Tampoco he escuchado ni leído en las redes sociales lo que opinan sobre este oscuro pasaje esas grandes leyendas del Valencia CF que todos conocemos. Ahora critican a Peter Lim con alegría, aunque muchas veces con razón, sobre lo demás callaban y callan mientras el presidente pagaba su capricho „Pellegrino fracasó en Valencia y Emery en Sevilla ganando títulos europeos„ con el dinero de los valencianos. Y al final mira tú por dónde vamos descubriendo que será hasta con el dinero del propio Lim, al que solo le falta que se le presente en Singapur el cobrador del frac o un municipal con multas de aparcamiento de aquella época. En fin, pasado. ¿Y el futuro? Prandelli, un entrenador que además de su experiencia se detecta que ha caído bien. A ver si a él le hace un poco más de caso el amo, si lo hace se hará un favor a sí mismo.

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