Siguiendo al Valencia CF he tenido la suerte de trabajar en muchos lugares donde acceder a los terrenos de entrenamiento de los equipos es misión imposible, a menos que consigas algún tipo de salvoconducto o que el club decida ese día abrir sus puertas a la prensa. Ya sea Inglaterra, Italia o Francia, casi todos los grandes clubes de Europa tienen un muro o una barrera que aisla al equipo del exterior, sobre todo de las cámaras y de los periodistas pero también de los aficionados.
El Valencia CF ya tiene también su barrera, le falta volver a ser un grande de Europa, que desde luego ahora no lo es por resultados y algunas cosas más. La explicación que tiene el Valencia para esta medida, polémica porque es algo a lo que aquí no estamos acostumbrados, es que esa tranquilidad es lo que necesita el equipo en un momento complicado como el que atraviesa y, como responsables, están obligados a hacer todo lo que creen que puede contribuir a ganar partidos. Bien, pues ya lo tienen, más vale que le saquen muy buen partido visto el desgaste que va a provocar. Falta ver que de verdad sirve para que el ValenciaCF empiece a solucionar sus problemas, que no están fuera de esa barrera sino dentro.
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