Si no fuera porque detrás de la guerra entre Suso y Vidagany hay mucho más que un simple desencuentro personal, diría que seguimos perdiendo energías en aquellas cosas que no nos van a llevar más que a segunda división. Las acusaciones son gravísimas y la respuesta del club dura aunque poco creíble. Todo lo que dice un comunicado en el que se puede leer que en el Valencia de Lim García Pitarch ha sido el máximo responsable en todas las decisiones deportivas resulta cuanto menos sospechoso de estar manipulado.

Que no se engañen, los aficionados que han pedido la dimisión del director deportivo son los mismos que van a seguir reclamando cabezas mientras no haya alguien que termine con todo esto. Entre paraguas y embudos, parecía que podía ser el señor Murthy, si es que de verdad está ungido por el que manda. Le seguiremos esperando, de todo lo dicho me quedo con que esto no está para bromas. Confirmar a Voro es un paso al frente aunque ya se sabe que tiene el valor que tiene ratificar a un entrenador que depende de los resultados y trabaja en un vestuario cuyo compromiso han puesto en duda los mismos que ratifican a Voro. Un día más, 11 de enero, y sin mover un dedo para reforzar el equipo.

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