Los jugadores del Valencia no han tardado en detectar que el problema no está en la persona que escribió esas cosas en la página web del club, que también tiene su parte de culpa, sino más arriba. Quien permite que desde dentro del propio Valencia CF se pueda disparar hacia el director deportivo porque no me interesa cómo piensa o contra el propio equipo, en este caso por la torpeza de un empleado pero no olvidemos que lo ha hecho también la presidenta, luego estará disculpado. Al final, los jugadores hicieron un mal partido y lo saben, pero los que celebraban en el palco la victoria ante el Madrid no han hecho nada por evitar que el club haga el ridículo en toda Europa y seguramente también en Asia. Los futbolistas son así de egoistas, para lo que quieren se aprovechan de la debilidad -o ignorancia- de los que gestionan el club, y para lo que no interesa se la recriminan. Precisamente por eso un club a este nivel tiene que estar dirigido por personas que manejen estos códigos no solo para proteger al futbolista, que a veces no lo merece, sino para tocar las teclas oportunas que lleven la máximo rendimiento. Es lo que Meriton no entiende y lo que está haciendo fracasar a Peter Lim. Y lo que está arrastrando al Valencia CF a esta espiral destructiva que les hace pensar que no va a ser posible volver a la Champions hasta el año del Centenario. ¿Y si cambiamos de planteamientos?

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