Más que por convicción, el Valencia ha fichado a un ejecutivo con experiencia y cierto prestigio como gestor en el mundo del fútbol porque no había nadie en el club con credibilidad para seguir liderando el proyecto, o lo que queda de él, para dar explicaciones en público y que la gente le crea, para dirigirse a los futbolistas y que le escuchen. ¿Es Mateu Alemany otro paraguas como dijo haberse sentido García Pitarch el día que se marchó? En realidad, el auténtico paraguas de Lim es Layhoon, la propia presidenta, la que se ha comido in situ todas las críticas y el descrédito personal aquí mientras las cosas de verdad se decidían allá.

Ni ejecutivos ni Consejo de Administración, hasta ahora y mientras no se demuestre lo contrario, decide Lim. Es algo que los aficionados tienen además muy asumido. El problema es que, mientras no se demuestre lo contrario, decide siempre mal. Y eso no hay manera de asumirlo porque le lleva al desastre. Por eso la gente protesta con la esperanza de que algún día pase algo. ¿Qué? Pues nadie sabe muy bien qué. Dijo el señor Alemany que el rendimiento del equipo es consecuencia de cómo funciona en general el club, y cómo funcionará de mal para que la realidad del Valencia sea la que muestran la clasificación de la Liga y el Ranking UEFA. Claro, cómo vas a exigir a una plantilla jugar la Champions si eres el Valencia CF y estás en tu tercera temporada sin patrocinador para la camiseta, si traes un entrenador con prestigio y se marcha a los tres meses, si te has comprometido a terminar un estadio y no eres capaz ni de volver a poner en marcha las obras.

¿Qué se va a inventar Mateu para salir de sta siendo que, como dijo, no tiene una varita mágica? Pues tiene ejemplos sin salir de esta Liga más que de sobra, todo empieza y todo acaba por hacer un buen equipo y poner al frente un buen entrenador. Ni más ni menos. Lo que la gente está esperando.

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