Una de las últimas ocurrencias en este Valencia CF para cambiar la deteriorada imagen de Nuno entre la afición fue comprar un par de entrevistas y contratar a una agencia que, a cambio de un buen dinero, les aseguró que podía dar un giro a la popularidad del portugués. Le creó perfiles en la redes sociales con la idea de manipular a partir de ahí esa mala reputación pero, como suele ocurrir en estos casos, la realidad barrió toda la ficción que ellos habían imaginado. Esta maniobra no hizo más que empeorar las cosas y, de hecho, días después echaron a Nuno y se supone que cancelaron también los servicios de dicha agencia. Y después de Nuno, paraguas y floreros de por medio, la gente empezó a apuntar al palco y a Singapur.

Mateu

Que no te cuenten películas

De cómo Meriton y Peter Lim han conseguido ponerse en contra a tanta gente que tenían a favor, solo por el hecho de haber puesto un montón de millones para salvar al club y haber generado ua ilusión donde no la había, ya le habrán contado a Mateu alguna película y le contarán más. Él sacará sus propias conclusiones, pero conociendo a los que han gestionado el Valencia CF en todo este tiempo, la misión primera y principal que le habrán asignado no será otra que intentar cambiar esa mala imagen que el propietario del Valencia CF se ha ganado a pulso entre los aficionados. Quizá por eso su primer mensaje va en la línea de exigencia al equipo, de competir hasta el final. A medio y largo plazo veremos con qué nos sorprende, pero así de inmediato la oleada de protestas solo se apacigua con victorias. Y no siempre. Si nos quedan menos de dos meses de aguantarnos, estos dos partidos que vienen seguiditos en Mestalla tienen la llave de la gobernabilidad del proyecto, por mucho que la impresión sea que esto se ha acabado.

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