Lo del Levante ya es solo cuestión de poner día y hora para la fiesta. Y hay que celebrarlo porque volver un año después era un objetivo obligado y necesario que se ha cumplido con creces, más allá del día en que matemáticamente se haga efectivo. Otra cosa es lo del Valencia CF, que no ha cumplido ninguno de sus objetivos aunque en las últimas semanas ya empezaba a parecer que la vida es maravillosa, que siento tan buenos como somos es inexplicable lo que ha pasado. No podemos ser tan buenos cuando la temporada está siendo, como dicen los números y lo que no son números, desastrosa. Puede que la derrota sea hasta útil para aclarar conceptos antes de tomar las decisiones importantes. Y volver a equivocarse lo menos posible.

Así pues, abramos las puertas al gran acontecimiento que nos espera este domingo, el histórico Derbi entre los equipos femeninos de Valencia y Levante en Mestalla. La nómina de un futbolista de élite puede representar posiblemente más que las de las 22 jugadoras que salten al terreno de juego, pero a ellas sus entrenadores no tendrán que hablarles antes de salir de objetivos ni nada de nada. Motivación, ilusión y ganas hay de sobra.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.