Hace menos de tres meses al Valencia CF le cantaban eso de «a Segunda, a Segunda» allá donde jugaba, ahora son los valencianistas los que acompañan con ese mismo cántico la extraordinaria promoción de ascenso que está haciendo su equipo filial. El fracaso de un equipo y el éxito de otro, retratados en un mismo cántico. Al final, después de una temporada tan sufrida, igual el Valencia acaba teniendo un equipo en Segunda División gracias a este equipo que no deja de dar la cara en Mestalla o en La Nueva Condomina con 20.000 aficionados en la grada, como no lo hará tampoco en Albacete. Ya pueden el club y su nuevo presidente, que será investido en julio pero lleva ya semanas ejerciendo, volcarse con Curro Torres y sus chavales, poner a su disposición todos los medios de que dispone el Valencia CF para alcanzar juntos el objetivo, porque el servicio que le están haciendo a la entidad es impagable a estas alturas del mes de junio y con un proyecto que no termina de arrancar.

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