Dirá el Valencia que regalar a Enzo Pérez por menos de tres millones de euros es un acto de responsabilidad de esos a los que se refería Mateu Alemany, cuando dijo que no se puede ir, pagar lo que te piden y punto. Eso es lo fácil. Pero será en este caso un acto de responsabilidad por parte de River, que se ha llevado al futbolista más deseado por su entrenador por la cuarta parte de lo que vale, y además se ha reído en la cara del Valencia a juzgar por las declaraciones del propio interesado, que siendo todavía jugador del Valencia se paseaba por los micrófonos de toda Argentina diciendo que su sueño es jugar en River, respeto por la camiseta hasta el último día. O muy débil está el club a la hora de sentarse a negociar o no lo ha negociado todo lo bien que se podría haber hecho. O las dos cosas. Pero decíamos que, si en parte aceptamos pulpo como animal de compañía, es porque se trata de pasar página cuanto antes, porque ya le dijeron a Marcelino antes de llegar que con estos referentes en la plantilla no íbamos a ninguna parte. Y ojo, que esto no ha hecho más que empezar, porque se va Enzo pero ahora vienen Negredo y Alves, ya sea por ese orden o no, y la idea es que se vayan los dos cuanto antes mejor. Si por el argentino no han casado ni tres, miedo da pensar en lo que puede llegar a ocurrir con estos.

Mientras, parece que entre unas cositas y otras ya hay dinero para irse a por el portero, que es lo primero que han hecho quizá para que Alves capte el mensaje y no haya equívocos. No lo hay para irse a Nápoles para pagar la cláusula de Raúl Albiol, que si nadie lo remedia se puede quedar un año más a las puertas de volver. Una pena porque él quiere. Hay más centrales, qué duda cabe, pero a Raúl ya lo conocemos, el rendimiento máximo y el respeto a la camiseta con él está asegurado, cosa que como vemos no se puede decir de todos. No tienen precio.

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