Al brasileño Aderllan Santos le dieron una prórroga pero ya se ha llegado como aquel que dice a los penaltis. Dicen que los penaltis siempre son una lotería, la misma que le tocó a este futbolista cuando le dijeron que iba a vestir la camiseta del Valencia CF y además le iban a pagar un millón y medio de euros netos más o menos por cada una de las cinco temporadas que le firmaron. Tan brillante gestión se la debemos fundamentalmente a Nuno Espirito Santo, que además de entrenador se había erigido entonces en máximo responsable de la estructura deportiva del club.

Peter Lim ha cometido bastantes errores, pero este de haberlo fiado todo al dudoso criterio del portugués va a ser sin duda uno de los que le van a salir más caros, dos años después las consecuencias siguen siendo demoledoras para el club y también para el máximo accionista, ahí empezó el declive de un proyecto que tenía muy buena pinta, no como este que han depositado en manos de Marcelino, al menos por lo que se está viendo y lo que se puede intuir. Si el club se ha visto contra las cuerdas para dar salida a Enzo Pérez y tiene los problemas que tiene para que se vaya Santos, un jugador que no es nadie y ha demostrado que no puede jugar en la Liga Española, qué será cuando se presenten retos mayores, que sin duda van a llegar.

El Valencia, los máximos responsables de la gestión, tienen que ser conscientes de que de entrada no se lo pueden poner más difícil de lo que lo están haciendo al nuevo entrenador, que como ya ha dicho, viene con la confianza de poder mejorar el rendimiento del equipo pero no tiene una varita para hacer magia y que los mismos que han fracasado estrepitosamente hagan de repente la temporada de sus vidas. Marcelino, por ahora, aprieta tímidamente, otra cosa es cuando se siente y mire lo que tiene en el banquillo.

Más opiniones de Julián Montoro.