Si Marcelino apretó hasta el final del mercado para que le trajeran un delantero, que de momento no le ha hecho falta pero nadie puede asegurar que no la vaya a hacer, y ahora plantea que al equipo le vendría bien en el centro del campo un futbolista más con determinado perfil, la conclusión es que el Valencia CF tiene un entrenador al que le va la marcha y no se conforma solo con frenar la caída ni con clasificar al equipo sexto: quiere competir. Esa es una buena noticia y tiene su fundamento, porque la temporada es muy larga y no hay en la plantilla un jugador que centrocampista de perfil defensivo para ser alternativa a Kondogbia, cubrir sus bajas o darle descanso. Los que hay, Carlos Soler y Maksimovic, así como el que se fue, Medrán, no lo son aunque en un momento dado puedan valer. Pero estamos hablando de competir y hay otros equipos que tienen más armas.

Los fichajes se cierran en el mes de enero, mejor el uno que el treinta y uno, pero esa maquinaria en la que ya no hay director deportivo tiene que estar ya en marcha y engrasada. Lo que pide Marcelino está claro, ahora es cuestión de ver qué quiere el Valencia CF. Y qué puede.

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