Hace tiempo que el Valencia CF no sufría una jornada FIFA tan accidentada y es lógico, porque después de algún tiempo es ahora cuando vuelve a tener futbolistas jugando en las mejores selecciones y a las puertas de un Mundial. La rodilla de Zaza nos tiene desde hace días en un sinvivir, aunque este vendrá y querrá jugar sea como sea, y viendo volar a Rodrigo después de chocar con el portero ruso por un momento se pudo pensar lo peor, para uno y el otro. Aunque Marcelino seguramente volverá a decir cuando le pregunten que no le consta tampoco lo de Sandro Ramírez, la realidad es que existe el convencimiento -dentro y fuera- de que pelear arriba del todo con el Barcelona, el Madrid, el Atlético, el Sevilla y el Villarreal requiere algo más. La temporada será muy larga y la plantilla, como sabemos, corta.

Tal como está el equipo, en una racha interminable de victorias y haciendo muchísimos goles, solo pensar en que se puedan lesionar ahora Zaza o Rodrigo da cierto pavor, eso por no hablar de Parejo y Kondogbia. O Gonçalo Guedes. No es fácil encontrar refuerzos a la altura que están ellos ahora mismo y con un coste relativamente bajo, habrá que volver a sacar la varita mágica. Si tomamos con referencia lo ocurrido en el mercado el pasado verano, los futbolistas que Mateu y Marcelino estarán mirando para traer al Valencia CF en enero han de ser todos de auténtico nivel Champions.

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