Marcelino salió y agitó los brazos en dirección a la grada. Lo hizo con empate a uno en el marcador, viendo que la victoria se estaba escapando y había hasta riesgo de perder. Nadie puede asegurar que el Valencia acabó ganando el partido por ese gesto del asturiano, que le acerca un poco más al mito Simeone, pero algo sin duda influyó. Hay que convencerse de que esto va a ser así, para seguir ahí arriba el equipo tendrá que darlo todo hasta el final y Mestalla creer en ellos mientras haya una pelota en juego. Sin esas dudas que a veces circulan del campo a la grada y de la grada al campo. Este equipo no es el que le ganaba hace mes y medio 4-0 al Sevilla, le falta seguridad defensiva porque tiene a dos centrales lesionados y electricidad arriba porque Guedes y Carlos Soler, los dos hombres que dinamitaron aquel partido, uno está lesionado y el otro no se encuentra. Por eso estos puntos y todos los que pueda sumar el equipo hasta enero son auténtico oro, puntos que al final marcarán la diferencia seguro. Los que te llevarán a pelear por la Champions o por la Liga, ahora mismo hacerlo por algo menos parece un chiste, aunque todo estará en función de lo que haga el Valencia CF en el mercado. El equipo tiene 34 puntos, algo impensable e histórico, pero ahora mismo no le llega para mantener el nivel que le ha llevado hasta ahí.

Si ya va corto de efectivos, Marcelino se queda sin Zaza para el partido de Eibar, que se juega en uno de esos campos donde el italiano estaba llamado a ser muy protagonista. La quinta amarilla que venía arrastrando desde hace semanas, como el problema de la rodilla, se la sacaron al final por protestar. No por comerse al árbitro ni a ninguno de sus asistentes, simplemente por decirles que no habían visto el penalti que le acababan de hacer, del que no habla Aspas como tampoco del descarado agarrón a Rodrigo dentro del área visitante. Protestas, sí, pero nada que ver con laos modos habituales de Luis Suárez, ni mucho menos con lo de Damián Suárez. Munuera Montero, el árbitro tan criticado por el Celta, lo resuelve en el acta con el argumento de que Simone Zaza fue amonestado por «hacer observaciones de orden técnico a una de mis decisiones de forma reiterada». Aviso para todos los futbolistas: según sea tu nombre y apellidos, hacer observaciones de órden técnico es más grave que acordarse de la familia del árbitro y todos sus asistentes.

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