Al PSG le están pidiendo cantidades escandalosamente escandalosas cada vez que va a fichar un futbolista, aunque tampoco se pueden quejar porque son ellos mismos los que han inflado el mercado a golpe de talonario con Neymar y Mbappé. Es por eso que, a la hora de traspasar jugadores, se encuentran en la necesidad de vender también muy caro para que los números salgan, si no los suyos porque seguramente ellos podrían hacer lo que están haciendo y más, los que marcan las autoridades futbolísticos para evitar que esto se les vaya de las manos.

Seguramente haya que pinchar cuanto antes la burbuja porque el fútbol en general no va a crecer al ritmo de pagar ya cien millones de euros por muchos jugadores. El caso es que, en ese entorno, los que rigen el club parisimo creen ahora que por Gonçalo Guedes, al que tuvieron cinbco meses y apenas lo pusieron a jugar, el precio está más cerca de 50 millones que de los 35 de que hablaba l´Equipe, que es efectivamente lo que semanas atrás estaban negociando con Peter Lim. El Valencia, o mucho nos engañan, no va a pagar ni de lejos 50 millones por un futbolista, ni siquiera por este, que están convencidos de que va a ser un auténtico crack.

La gran baza, más allá de que Lim y Nasser puedan lleger a entenderse en el idoma de los magnates, es que el Valencia tiene ahora al jugador. Le puede dar confianza, le puede dar cariño, tiene la posibilidad de que se siente a gusto, sea importante y disfrute jugando en este equipo. Eso, podemos darlo por seguro, les puede ahorrar muchos millones.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.