Difícil, sin duda. Improbable, veremos. Imposible, nunca. Hasta que se convirtió en una opción política, decir eso de «podemos» era lo que tocaba en estos casos, una expresión que llegó a ser grito de guerra de la Roja en el Mundial de Sudáfrica y que quiere decir precisamente eso: ¡queremos, confiamos, vamos! Es el deseo de miles de valencianistas para los que resultará gratificante comprobar a través de los ojos y las palabras de su entrenador que así lo sienten también ellos, los que en definitiva tienen que salir y ganarle 2-0 al Barça. Él, Marcelino, sabe lo que ha costado llegar hasta aquí, pase lo que pase esta Copa ya ha marcado un antes y un después en lo que está siendo y será la temporada, el refuerzo de lo que supondría pasar esta eliminatoria no tiene precio para el equipo y para el club. Al final, ellos tienen a Messi y son el Barcelona, aquí tenemos a Guedes aunque solo con cuentagotas, pero esto es el Valencia CF y diez años sin una final son muchos, demasiados.

Valverde

Seguimos con Valverde, el que dice que por responsabilidad no conviene «recalentar» los partidos pero en cambio justifica los gestos de Piqué. Hace días, cuando le preguntaron por el ´atraquito´ al Alavés en el Camp Nou, dijo aquello de que los árbitros un día te favorecen y otro te quitan, porque «hay veces que el balón entra y no te lo dan y otras pasa esto». Tonto no es, al contrario, lo que pasa es que al parecer cuando uno tiene que defender los intereses del Real Madrid o el Barcelona puede llegar a pensar que los demás sí lo son. Por mil veces que lo repitan nunca será verdad eso de que al final los errores arbitrales te dan lo que quitan, al menos a ellos. No sé qué tendría que pasar esta noche para que el Valencia le devuelvan lo del Camp Nou. Por no hablar de que en ese partido al que se refiere, el que empataron en Mestalla Valencia y Barcelona, pasaron más cosas además del no gol de Messi como los no penaltis que, aunque los tratan de ignorar, existieron.

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