En València hemos criticado sin piedad a todos aquellos entrenadores que en un momento dado se creyeron con derecho a permitirse el lujo de ´tirar´ la Copa, por tanto no sería serio cuestionar el empeño y la apuesta de Marcelino por alcanzar esa final. Por mucho que ahora, a toro pasado, se pueda pensar que el coste ha sido altísimo, aquí en ningún caso se puede cuestionar si valía o no la pena intentarlo. Ni siquiera después de conocer que el rival era el Barcelona, lo que reducía bastante las opciones de éxito, porque pelear una competición como la Copa nunca puede ser negociable para un club como el Valencia CF aunque eso obligue a competir y darlo todo dos veces por semana durante un mes, algo para lo que un equipo ha de estar preparado y que por otra parte se sabe y se puede planificar desde mayo.

La Copa hace semanas que dejó de preocupar al Levante, centrado de lleno en su auténtico y único objetivo. Lo mejor que puede hacer el Valencia es olvidarla cuanto antes. Al final, la desilusión, y eso está más que demostrado, es más cosa de la gente. A ellos, a los jugadores, les queda el desgaste que ha sido importante pero por encima de todo el peso anímico de los malos resultados. Ahí el Levante sale con cierta ventaja a este Derbi, llega con la misma presión de los puestos de descenso o más que tenía hace ocho días, pero hay veces que un solo partido y un solo gol pueden cambiar muchas cosas y en el barrio granota han explotado a la perfección la inyección de optimismo tras el partido ante el Real Madrid y el gol de Pazzini. La cruda realidad es que el Levante puede ver reducida a cero todo su colchón con los puestos de descenso si no puntua en el Derbi y ganase el Depor, pero sea como sea han conseguido espantar el pesimismo y afrontar el partido de Mestalla con la mejor de las sonrisas.

Veremos quien ríe el último. Marcelino lo hace poco ultimamente, claro, le gusta ganar y lleva seis derrotas. Aunque tampoco se puede quejar más de lo justo porque ha perdido jugadores y tiene otros entre algodones, pero con todo puede presentar un once que no será el mejor posible sobre todo por la ausencia de los centrales, pero sí de lo mejor que tiene, con Parejo, Kondogbia, Carlos Soler, Guedes y Zaza. En juego tres puntos muy valiosos para los dos, aunque pase lo que pase lo que es seguro es que lo realmente importante es lo que viene después, porque el Derbi son tres puntos y quedarán todavía 45 por pelear.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.