Valoro la ambición y la determinación de Mateu Alemany cuando de entrada no renuncia a nada, al menos sin haberlo peleado antes hasta sus últimas consecuencias. Si no fuera así, Kondogbia no estaría ahora en el Valencia CF. Es solo un ejemplo. Me gusta por encima de todo esa expresión de "hay que apretar", que estimo va dirigida para el entrenador y la plantilla porque en este club además de una obligación por historia y demás en este preciso momento es vital entrar en la Champions League.

Luego hay tres cosas fundamentalmente en las que no coincido con él. No es verdad que el mercado de invierno se planteó para dos refuerzos, mediocentro y delantero, porque desde el primer día y casi hasta el final recuperar a Joao Cancelo fue un objetivo prioritario. No lo consiguieron, aunque tampoco es cuestión de esconderse como si el tema no hubiera existido porque todos sabemos que en realidad no estaba en sus manos.

Tampoco creo que la gestión de la venta de las entradas de la Copa sea para sacar pecho aunque, efectivamente, acudieron a Mestalla 42.000. Que jugar la final de la Copa genere tanta ilusión no es un acierto de los gestores, eso es el Valencia CF, el alma de la afición valencianista, sería más fiel a lo que ocurrió en realidad reconocer que la gente acudió a Mestalla a pesar de ellos. Son cosas que dignifican. Y una tercera cuestión, si Tebas estaba dispuesto a marcharse a trabajar para la liga italiana en caso de que no le subieran el sueldo, bon vent i barca nova. Por muy buen gestor que dicen es, seguro que hay otros.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.