Gameiro, como Aspas, son futbolistas con un recorrido que han estado ya otras veces en la órbita del Valencia CF. Detecto que no generan demasiado entusiasmo entre los aficionados, pero llegados a este punto es cuando hay que confiar en el criterio de Marcelino y de Mateu. Hace unos días el entrenador explicaba que para firmar jugadores que están o se acercan a la treintena, de los que ya no se puede esperar una plusvalía en el futuro y supuestamente con un recorrido no muy largo, hay que estar muy seguros de su rendimiento y compromiso. Si ellos se han movido para intentar ficharlos será porque el entrenador está convencido de que les va a sacar el máximo y van aportar cosas que el equipo no tiene en la línea de ataque. Uno cumplirá 31 años en agosto y el otro los acaba de hacer, por tanto está claro lo que se busca con este fichaje, además de gol, un punto de experiencia y veteranía para la temporada del regreso a la Champions. Aunque está claro que no será a cualquier precio.

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