La etapa del futbolista más laureado en la historia del Levante ha llegado a su fin. José Luis Morales, dos semanas después de saberse que no aceptaba la oferta de renovación del club para marcharse al Villarreal, hizo oficial su salida del Ciutat de València en sus canales de comunicación para terminar el culebrón surgido sobre su figura en las últimas fechas. De la manera menos deseada, ya que el objetivo del ‘11’ fue el de dar una rueda de prensa en el estadio para despedirse del que considera el equipo de su vida, pero con la intención de decir “un adiós o, más bien, hasta pronto” a una entidad y a una afición que sigue sintiendo la marcha del ‘Comandante’ como una traición. Debido a que, en numerosas ocasiones, Morales mostró su voluntad de continuar incluso en Segunda División. Sin embargo, la decisión está tomada y no hay marcha atrás. A falta de oficialidad, el delantero firmará dos temporadas por el Villarreal de Unai Emery, para poner punto y final a una etapa de éxitos y reconocimiento absoluto a lo largo de 11 años (ocho en el primer equipo), y cuyo desenlace, debido a los acontecimientos, ha sido frío y triste. Inimaginable meses atrás.  

La salida de José Luis Morales se produjo tal y como contó SUPER en su edición impresa del pasado miércoles. El ‘11’ pasó la tarde del martes en el estadio de Orriols para grabar planos y darle forma al vídeo de su despedida. Sin embargo, según sus palabras, nunca estuvo preparado para marcharse del Levante. “Nunca pensé que tuviera que escribir estas palabras”, comenzó el atacante para reproducir su discurso, donde recalcó que el lugar del que decidió marcharse es y será siempre su casa. “Llegué al Levante hace 11 años con la ilusión de un niño que sueña con jugar y disfrutar del fútbol. Siempre he dicho que el Levante lo ha sido todo para mí, porque me ha dado la oportunidad de ser lo que soy. El Levante es mi casa y lo será así siempre. Ni nadie ni nada podrá impedirlo, aunque nuestros caminos se dividan de momento”, dijo. 

No obstante, la principal incógnita a despejar fueron los motivos de su marcha. José Morales contestó, aunque dejando más dudas que certezas tras su intervención. Pese a ello, no quiso desaprovechar el espacio para confesar lo mal que lo pasó en los últimos días. Al igual que reconoció que el Levante puso todo de su parte para contar con sus servicios en la categoría de plata. Por ello, quiso dar las gracias a Quico Catalán y a su Consejo de Administración. “Los últimos días han sido muy duros en lo personal y profesional. La decisión de decir adiós al Levante no ha sido fácil y solo ha sido posible tomarla por la gente que ha estado cerca de mí. Que me ha ayudado a tomar un nuevo rumbo en mi carrera. Será lejos del Levante, el club que me ha permitido debutar y jugar al máximo nivel. Quiero agradecer al Consejo y a Quico Catalán su cariño y esfuerzo siempre conmigo y reconocer como levantinista tantísimo buen hacer por el club. Sería ingrato no reconocerles como los mejores de la historia”.

Por último, Morales quiso agradecer a la afición el cariño que le ha brindado a lo largo de once años, aunque sea consciente de que la mayoría están decepcionados con las formas de su salida. Es por ello que pidió perdón, porque siempre que dijo que quería defender el escudo granota incluso en Segunda División “así lo sentía”. Siempre “desde el corazón”. “Gracias especialmente a la afición. La que siempre será mi afición. Sé que algunos estaréis decepcionados por mi decisión de abandonar el club y por cómo se han desarrollado los acontecimientos. No era la deseada, pero las circunstancias nos han llevado a ella. Cuando os dije que me quería quedar hablé con mi alma de levantinista y así lo sentía. A todos os pido perdón y comprensión por todo lo que he hecho, dicho, sentido, sufrido e incluso llorado. Ha sido siempre desde el corazón y amor infinito a este club”, concluyó, recitando un “macho Levante” ahora que es “un granota de a pie más”. 

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