Entre los petrodólares del Málaga y los dispendios ´made in Mendes´ del Real Madrid, el Levante ha concretado la operación del verano de la ´otra Liga´. Los de Orriols han alcanzado un principio de acuerdo con el Lokomotiv de Moscú para traspasar a Felipe Caicedo por 7,5 millones de euros, más una serie de variables, alrededor de los 2,5, con los que la entidad granota cobraría más de los 10 ´kilos´ que figuran en la cláusula de rescisión del ecuatoriano. A falta de unos flecos que no deberían suponer un gran problema para hacerse oficial el negocio, la operación está vista para sentencia tras la maratoniana reunión —acabó de madrugada— que el miércoles mantuvieron en Valencia el presidente Quico Catalán y el director deportivo Manolo Salvador con los emisarios de la entidad rusa y varios intermediarios. Un cónclave determinante que SUPER desvelaba a primera hora de la mañana en la edición impresa y en su página web.

Antes que nada, Quico Catalán quiso cumplir con los pasos protocolarios y comunicarle de inmediato al Consejo de Administración la existencia de esta oferta que, pese a no llegar a la cláusula, sí que satisface al presidente. El contacto entre los directivos fue telefónico. «Se ha trasladado al Consejo la oferta por Caicedo y ahora hace falta que la autorice. Su deseo era irse a otro club porque mejora económicamente y para nosotros es una venta importante», manifestó Manolo Salvador. Quico tiene previsto detallar minuciosamente a sus compañeros de directiva la letra pequeña de un acuerdo que considera muy beneficioso y por el cual el Levante cobrará pluses si, entre otros factores, el Lokomotiv de Moscú se clasifica para la Euroliga o Champions League, o si Felipao marca más de 15 goles, en cuyo caso percibiría 500.000 euros adicionales. Coincidiendo con la vuelta del primer equipo de Juan Ignacio a los entrenamientos, nadie en el club ocultó que la negociación está a punto de caramelo.

Uno de los motivos que ha empujado al Levante a acelerar el traspaso ha sido la presión de Felipao para que los granotas aceptasen la oferta del Lokomotiv. El ecuatoriano firmará un contrato de cuatro campañas y cuadruplicará su actual salario. Su situación, de hecho, se había convertido ya en insostenible puesto que no estaba dispuesto a cumplir su contrato por las buenas, lo que ha empujado al presidente a no esperar más y dar el OK a una propuesta muy superior a la de cinco millones que ni contempló hace unas semanas, aunque inferior, eso sí, a los 8,5 que el Anzhí daba en el mes de marzo. «El Levante nunca ha querido venderlo, pero el deseo del jugador es irse a otro club, y hay que comprenderlo, porque mejora económicamente, y es bueno para las dos partes que se marche. Es una venta importante para nosotros. El Levante va a tener el mismo presupuesto porque tenemos que pagar a los acreedores», añadió Manolo.

Pese a la barrera del convenio con los acreedores, el Levante tiene previsto hacer un esfuerzo económico para encontrar un sustituto de garantías. Javi Guerra continúa siendo el objetivo número uno, aunque en el ramillete de futuribles hay otros nombres, entre ellos algunos mediáticos, que pueden resultar muy ilusionantes tanto para la afición como para el entrenador, Juan Ignacio Martínez, informado puntualmente de todo. Ayer conoció de Manolo Salvador que no tendrá al ecuatoriano. La idea es que lleguen dos delanteros. Manolo Salvador no quiso dar pista y se apoyó en el restrictivo discurso económico al afirmar que los elegidos deben ser «a coste cero».

Sin Felipe Caicedo, el problema de los extracomunitarios desaparece —ahora sólo está Keylor Navas—, aunque eso no supone que se abran de par en par las puertas para Wellington y Botelho. La decisión final la tiene Arsène Wenger.