El Levante va a traspasar a Nano en este mercado de enero. Lo decidió ayer el Consejo, que por la tarde se reunió de urgencia en el Ciutat de Valencia para valorar una suculenta oferta en firme por él de medio millón de euros procedente del fútbol chino. Mucho dinero, sin duda, y una decisión peliaguda que empujó a Quico Catalán a valorarlo cara a cara con su directiva en un cónclave extraordinario que se alargó cerca de tres horas y del que SUPER fue el único testigo presencial.

Pese a que aún no tiene carácter oficial, la decisión de darle luz verde a la operación es ya un hecho. La directiva valoró largo y tendido los pros y los contras pero es consciente de que económicamente se trata de una excelente oferta y de que el comportamiento de Nano durante su etapa en Orriols tampoco se merece que el club se cierre en banda ante una ocasión tan buena para él.

Y es que uno de los puntos clave es que Nano, titular indiscutible en el centro de la defensa y peso pesado del vestuario, le ha pedido personalmente al presidente que contemple su salida. En China le ofrecen un contrato largo, de tres temporadas, con unas cantidades inalcanzables para el Levante y para la mayoría de clubes de la Liga española, en torno a los dos millones de euros. Abandonar al equipo a mitad de curso es una decisión difícil para él, aunque parece irrechazable, más aún teniendo en cuenta el pufo que el Betis le dejó en sus cuentas.

El traspaso se finiquitará en los próximos días, pese a que el central continuará defendiendo la elástica azulgrana hasta el 31 de enero, fecha en la que se hará efectivo el traspaso. Se trata de una de las exigencias del Levante y a la que su nuevo equipo está dispuesto a acceder, tal y como está escrito en la propuesta que sus representantes trasladaron. Nano, por tanto, podrá estar a disposición de Juan Ignacio en la eliminatoria de Copa contra el Valencia y en los cruciales compromisos de Liga contra Athletic, Zaragoza y Getafe, tres jornadas en las que los granotas aspiran a dejar prácticamente encarrilada la permanencia.

La opinión de los técnicos es contraria a su traspaso, aunque al tratarse de una opción tan provechosa para el jugador e interesante para las arcas del club no sólo se ha valorado el aspecto deportivo. No hay duda de que para el equipo su marcha será un varapalo, pero la realidad que Manolo Salvador dibujó ante los consejeros es también que en la plantilla hay alternativas como Del Horno, Cabral o, entre otros, el propio Juanfran. Su salida incluso no tendría porqué afectar a la posible cesión de Héctor Rodas. Salvador, que no tenía previsto reforzar esa demarcación, estudiará ahora las posibilidades del mercado antes de tomar una decisión al respecto.

Nano termina contrato el próximo junio, pese a que tiene una cláusula para renovar automáticamente con la permanencia. Se trata de un indiscutible en el once titular, además de un futbolista de gran ascendencia en el vestuario que cuenta con la confianza del cuerpo técnico. Puntualmente informado por el club, Juan Ignacio está al día de la situación. No quería perder al jugador, pero la decisión es del club y estaba preparado para entenderla.

Aceptar el adiós de Nano no está siendo fácil de puertas para adentro. Sin embargo, el club se ha visto entre la espada y la pared. No quiere fastidiar al futbolista, para el que no hay reproche alguno, ni tampoco arriesgarse a que se quede a disgusto por dejar pasar tamaño tren.

Como contrapartida a la pérdida deportiva, el Levante va a ingresar por Nano 500.000 euros más la parte proporcional de su ficha que dejará de pagarle. Eso, unido a la salida de Aranda hace que el club vaya a tener un superávit imprevisto que rondará el millón de euros. Beneficios que podrían ir destinados a reforzarse antes de que termine el plazo de fichajes, que está agitándose.