El Levante apunta al extranjero para firmar a un delantero que subsane las carencias que ya existían con Aranda en la plantilla. Son muchos los ofrecimientos y entre los nombres que se han puesto sobre la mesa de la ´cúpula granota´, uno de los que con mejores ojos se estaba mirando era el de Kalu Uche, desvinculado del Neuchatel, pero que se ha evaporado por cuestiones económicas. Su sueldo es elevado, sus pretensiones se disparan de los parámetros que maneja la entidad para el mercado de invierno. Ni siquiera está previsto que vuelva al fútbol español. El ariete nigeriano despuntó en el Almería, donde anotó 39 goles en 172 partidos. El descenso de categoría le hizo cambiar de aires, no quería jugar en la Liga Adelante, y se marchó de Andalucía para poner rumbo a un proyecto plagado de españoles que al final ha terminado siendo un fiasco.

Del Neuchatel —expulsado de la Liga helvética por impagos y falsificación— también ha sido ofrecido Víctor Sánchez, que no es la primera vez que es vinculado con el Levante, pero que tampoco se contempla. Es un mediocentro defensivo, que también puede actuar de lateral derecho si las circunstancias así lo obligan, curtido en las categorías inferiores del Barcelona, y que se marchó este verano a Suiza después de jugar 27 encuentros la pasada temporada en el Getafe y saber que Luis García no contaba con él. En estos momentos no es un objetivo reforzar su hábitat natural.

¿Refuerzo bajo palos?

Sin embargo, la novedad puede venir en la portería. Las pruebas médicas deben aclarar hoy el alcance de la lesión de Keylor Navas, pero en vistas de que sea grave ayer empezó a tantearse la posibilidad de firmar a un guardameta si fuera necesario. Y es que ante la posibilidad de que el arquero costarricense se pueda quedar algún tiempo fuera de concurso, el club tiene en cuenta que el tercer portero, Garabato, también está lesionado para las próximas cuatro o seis semanas y que salvo sorpresa el suplente de Gustavo Munúa el domingo va a ser Pablo, el tercer meta del filial.