Concentración máxima, ni un despiste, intensidad, acabar las jugadas y atajar el letal contraataque del líder de la Liga BBVA. Esas fueron las premisas que ayer trasladó Juan Ignacio a sus jugadores en otra clase magistral, en otra dosis de deberes. «Son armas, mi obligación es que no se quede nada en el tintero», afirma JIM. Además de las hojas, hubo sesión personalizada de vídeo, de alrededor de un minuto de duración cada uno, destinada a seis futbolistas que tienen que ser determinantes para repetir la proeza de la primera vuelta, ahora en un territorio casi inexpugnable. Hizo hincapié tanto en aspectos defensivos como ofensivos, y los que más se empaparon de ´madriditis´ fueron Valdo y Koné, preparados para tener un papel protagonista en el Bernabéu. «Es primordial acabar las jugadas para que no se nos vengan encima al contragolpe», fue otro de los mensajes del cuerpo técnico del cuarto clasificado. Juan Ignacio quiere un once equilibrado, que no se desajuste con las transiciones volcánicas de los de Mou.

«Estos retos como deportistas son más grandes», piensa la manada. Esa motivación extra invita a soñar en el milagro 2.0. El SuperLevante es consciente además de que tendrá un recibimiento hostil. Las redes sociales blancas se han dedicado a convulsionar el encuentro. Los de Orriols se han convertido en su séptima temporada en Primera en un enemigo público. Están enrabietados por el 1-0 de Koné.

Suena a imposible, pero el vestuario se resiste a tirar la toalla antes de tiempo, aunque públicamente Juan Ignacio reconozca que con los números «contundentes e insultantes» del Madrid «casi es mejor no presentarse, aunque hay que ser deportistas y coherentes». Igualmente los precedentes dicen que el Levante es, junto al Barcelona, el único equipo que ha superado a los de José Mourinho esta temporada, en Ciutat de Valencia en la primera vuelta. «Para ganar en nuestro estadio tuvimos que hacer todas las cosas muy bien... y era la tercera jornada. Ha pasado una vuelta entera y sólo le ha ganado el Barcelona, eso dice mucho de su potencial. Aquel resultado estará en el subconsciente de ellos porque saben que llega un rival que es de los pocos que les ha ganado este año. En el partido somos once contra once y debemos estar concentrados en todas las jugadas porque de un saque de banda o de un córner a favor son capaces de hacerte un gol», avisa el técnico de Rabasa. Esa circunstancia ya sucedió en la ida del derbi copero ante el Valencia y en la visita al Vicente Calderón. Del infausto 8-0 copero ni una señal, aunque es «una posibilidad, que no te planteas». «En la primera vuelta vimos aquel partido y los jugadores me contaron que fue un momento puntual. Espero que no suceda, que seamos competitivos y podamos arañar algún puntito», agregó.

Ghezzal y la valentía de JIM

De la apuesta futbolística en su estreno en el Bernabéu, Juan Ignacio tiene «más o menos en mente el once». Hoy esclarecerá las pocas dudas que tiene en un último entrenamiento a puerta cerrada en el estadio. Echará mano de los mejores que tiene a su disposición, sin pensar en el siguiente partido contra el Rayo Vallecano, un adversario que sí es de la ´Liga del Levante´. Es evidente que tendrá que variar piezas por la sanción de Xavi Torres —Iborra acompañará a Farinós— y el estado físico de Juanfran y Botelho. El lateral zurdo está descartado y el carioca no está para muchos trotes. De la presencia del franco-argelino Ghezzal junto a Koné, el míster reconoció que dependerá de su valentía: «Tiene posibilidades, pero me estoy planteando otras alternativas. Dependerá de lo valiente que sea Juan Ignacio en el Bernabéu».

En el Camp Nou cambió el sistema habitual y en cinco minutos se fue todo al garete. Esta vez, y aunque no lo avanzó, no parece que moverá su habitual 4-2-3-1. «El Barcelona es un equipo que tiene muchísima posesión, con jugadores por dentro, que tiene la pelota e intentamos contrarrestar su superioridad numérica. Mientras que el Madrid es un equipo que con menos toque te hace mucho más daño, a pesar de que también tiene posesiones largas. Debemos buscar mucho equilibrio porque las transiciones del Madrid son letales», explicó.