Suiza está muy lejos de Port de Sagunt y David Navarro necesitaba el cariño de sus pequeñas Lara y Vega, que quisieron aparecer con su papá en la foto oficial. Además, el heredero del ´3´ de Nano estaba hasta las narices de las tropelías del patrón checheno del Neuchatel, por lo que sonrió cuando le propusieron regresar a casa. «El Levante ha hecho un esfuerzo por mí y al ser un equipo de mi tierra ha tirado mucho. El objetivo es la permanencia, pero todos queremos soñar, siempre paso a paso y siendo cautos. Con mi ayuda espero que el equipo siga por la misma línea», manifestó en un presentación familiar, en el Teatro Begoña de su localidad natal. De momento será granota sólo hasta el 30 de junio, pero ni mucho menos cierra las puertas a una renovación futura, aunque Manolo Salvador lo ve en estos momentos complicado.

Navarro estará hoy en la Ciudad Deportiva de Buñol, aunque todavía no se ejercitará a las órdenes de Juan Ignacio Martínez. Ayer trabajó por la mañana en La Calderona, donde coincidió con Iborra y Barkero. No estará ante el Rayo Vallecano, por lo que Gustavo Cabral tendrá continuidad en el once. Su deseo es estar «lo antes posible». Estos primeros días son vitales para su puesto a punto después del calvario helvético. Será su particular pretemporada exprés para poder estar en la convocatoria del desplazamiento a Cornellà-El Prat de dentro de diez días. «Mañana (por hoy) haré doble sesión y espero estar lo antes posible. He hecho pretemporada con el equipo de Suiza en enero, por lo que creo que en una semana puedo estar disponible», manifestó David. Experiencia en la máxima categoría tiene de sobra con sus 150 partidos. Durante su estancia rocambolesca en el Neuchatel disputó un total de 1.438 minutos, repartidos en 17 encuentros, 16 de inicio. Pero eso ya es historia pasada, para olvidar, y su mente está en ayudar a los de Orriols en estos cuatro meses «y luego ya veremos».

El 23 de diciembre de 2007, en un Osasuna-Mallorca fue la única vez que compartió centro de la defensa con Ballesteros. Sus caminos se han vuelto a encontrar, aunque no es la única cara conocida en su nuevo vestuario: «Sergio fue compañero mío en Mallorca y mantengo con él una buena relación. Me ha hablado muy bien vestuario y de lo que es el club. Sus palabras también han ayudado para que viniera». Todavía no ha podido estar con sus nuevos compañeros «porque han tenido día libre». Hoy se encontrará con ellos a partir de las 10:30 horas en Buñol. Lleva unos cuantos días empapándose de levantinismo y todos le han hablado de la unión entre los jugadores. «Conozco a muchos y me han dicho que hay un magnífico vestuario, con un gran ambiente, y eso se ve luego en el campo. Si el colectivo funciona, los buenos resultados vienen», afirmó.

Antes de sus primeras palabras, que comenzaron con un recadito sobre su «desagradable» periplo en Suiza, David Navarro, otro valenciano más en Orriols, firmó sus primeros autógrafos como granota a sus paisanos de Port de Sagunt. Curioso que de su boca en ningún momento saliera la palabra Neuchatel y simplemente lo describió como «el equipo suizo donde estaba». Era un tipo feliz por concretar su vuelta a España y a un club a quien espera devolver la confianza que le han trasladado. En las primeras filas, sus familiares no ocultaban su satisfacción por tener de nuevo a David en casa. «Estaban muy contentos y ahora se van a hacer del Levante. Me han echado de menos en estos meses que he estado solo en Suiza y yo a ellos». Hasta el último suspiro, el Real Zaragoza estuvo mareando, sobre todo tras derrotar al Espanyol el pasado domingo, y además el zaguero exvalencianista tenía otras propuestas de fuera de España, del fútbol ruso y el chino. Por su pasado en el VCF no cree que tenga una presión extra: «A cualquier jugador profesional le gusta la exigencia. He venido a ayudar».