Ghezzal es tan feliz desde que aterrizó en Valencia que no quiere marcharse. El futbolista franco-argelino se ha metido entre ceja ayudar a que el Levante consiga sus objetivos cuanto antes y, a partir de ahí, su intención es hacer todo lo que esté en su mano para quedarse las próxima temporada. Incluso a rebajarse en cierto modo su salario, ya que está muy adaptado —ha ido entrando de forma progresiva en el equipo y al mismo tiempo en el vestuario ha hecho ligas rápidamente con Koné y El Zhar—, y agradecido al club, que le ha permitido pasar en apenas un mes del más puro ostracismo en Cesena a ser una pieza importante en uno de los primeros clasificados de la liga más potente del mundo.

La voluntad del futbolista está clara y los únicos dos escollos que podría haber en la operación son económicos... pero salvables en ambos casos. El primero de ellos es que delantero tiene un salario en su club propietario (el Bari) que duplica el actual tope azulgrana. Aunque el internacional argelino estaría dispuesto buscar fórmulas como cobrar por objetivos o incluso ´prorratear´ en un mayor número de campañas lo que debe cobrar en Italia en las dos próximas temporadas, para poder entrar así dentro del corsé económico granota.

El segundo contratiempo a superar sería la operación entre clubes, ya que la premura con la que se cerró la cesión en enero impidió que se pactase ninguna opción de compra por el jugador a favor del Levante. Ahí, eso sí, Ghezzal también tiene una baza que jugar. Prácticamente el primer mensaje que llega a su móvil después de cada partido lo hace desde el terminal de Guido Angelozzi, director deportivo del Bari, con el que Abdel mantiene una excelente relación de amistad. Hablan todas las semanas, y, por eso, en el Bari son conscientes de que el futbolista no va a regresar de ningún modo para jugar en la Serie B —en estos momentos, el equipo milita en la Segunda italiana y tiene en chino ascender— y hasta lo entienden.

Al club transalpino no le interesa mantener un salario como el que tiene el internacional argelino en la delicadísima situación económica en la que se encuentra (podría incluso desaparecer, circunstancia que dejaría libre al futbolista). Además, sus dirigentes son conscientes de que recuperar los casi dos millones de euros que en su día pagaron por el jugador es imposible conforme está el mercado. De ahí que una opción que barajan es dejarle salir por una cantidad menor, para después pactar cobrar pluses en función de objetivos o incluso de posteriores traspasos.

Nunca en Europa

Ghezzal lo tiene claro. Si al final de temporada el Levante quiere seguir contando con él y llega a un acuerdo con el Bari, no habrá problema para que él siga. El delantero, además, es consciente de que está ante la posibilidad de dar un salto cualitativo. Sabe que el objetivo real del equipo azulgrana es lograr la permanencia y esa es su prioridad absoluta hasta final de campaña, pero no descarta, una vez conseguida esta, aspirar a alguna cota mayor. Ve al equipo con capacidad para hacerlo. De hecho, uno de sus sueños es llegar con el Levante a competiciones europeas, en las que nunca ha jugado por ahora. Su experiencia internacional se resume los partidos de su selección, y acabar entre los siete primeros sería para él un factor determinante para continuar.