El brindis final estaba de más. Todos los presentes en la ´comida de la permanencia´, celebrada después del entrenamiento en El Raconet, tenían en mente cuál debería ser el próximo motivo de celebración: la clasificación del Levante para competiciones europeas, previa victoria en el derbi del domingo. Porque el vestuario, jugadores y cuerpo técnico incluido, se ha conjurado para aprovechar la oportunidad única que tienen en Mestalla: ganar allí por primera vez en Liga, igualar al Valencia y enfilar definitivamente las primeras plazas ligueras.

Los granotas acudirán a Mestalla sin la más mínima intención de «dejarse llevar». El mensaje que se había escuchado en la charla técnica del miércoles se repitió ayer, en un ambiente más distendido. Una vez lograda la salvación, queda un último esfuerzo, para ver hasta dónde es capaz de llegar el equipo en este histórico curso.

Sin querer, el calendario liguero provocó que la paella para festejar la permanencia tuviera lugar apenas tres días antes del feudo blanquinegro: la semana pasada, por el corto lapso de tiempo entre el choque de Anoeta y la visita de Osasuna al Ciutat, fue imposible.

Uno de los protagonistas del ágape fue Farinós. No por su condición de exvalencianista, sino porque cumplió años. No faltó ni la tradicional tarta de aniversario para celebrarlo, como colofón. Tampoco los comentarios sobre el estado de ansiedad por el que atraviesa el rival ciudadano, reforzado por el tropiezo en Euroliga de ayer.

El ´factor Navarro´ en Mestalla

A pesar de la derrota ante Osasuna, Juan Ignacio no prepara ninguna revolución en el once de cara al derbi. El bloque del domingo será el mismo de compromisos anteriores, con alguna ligera modificación. Esta podría venir de la mano de la titularidad de David Navarro, quien probó ayer en el eje de la zaga junto a Ballesteros en el partidillo. El técnico podría apostar por la misma pareja de centrales que en Anoeta, consciente de la motivación extra del excapitán blanquinegro de cara al encuentro de Mestalla. Además, la ausencia de Soldado en el bando blanquinegro, que supondrá la titularidad de Aduriz, obliga a reforzar el componente físico y aéreo de la defensa.

Para sorprender al Valencia, Juan Ignacio—asiduo a los partidos de Mestalla a lo largo de la campaña, al igual que sus ayudantes— tiene muy claro que sus pupilos deberán salir con velocidad y acierto al contragolpe. Que se encontrarán con una presión asfixiante en el centro del campo; «no os van a dejar pensar, os van a morder cuando cojáis el balón», repitió en más de una ocasión durante la sesión. En ese sentido, una de las piezas claves debe ser Barkero, con quien el de Rabasa se quedó hablando unos minutos sobre el terreno de juego del Ciutat.

No hay más que remontarse a la visita copera a Mestalla para comprobar la importancia del vasco en este tipo de compromisos. En aquella ocasión, su lesión obligó al técnico a improvisar con Xavi Torres de interior y el equipo perdió consistencia.