Juan Ignacio podría salir del Levante por menos dinero del que en su día se pactó a la hora de tasar su libertad cuando fichó —un millón de euros— o incluso gratis. Aunque su voluntad es no dejar en la estacada al club azulgrana, lo cierto es que en Orriols están bastante preocupados ante una posible fuga del técnico revelación. El de Rabasa parece renovado automáticamente para la próxima campaña por haber conseguido la salvación matemática, pero el hecho de que esa cláusula que activa su continuidad sea unilateral podría capacitarle para obtener la libertad sin tener que pagar o hacer que el club se viese obligado a negociar a la baja su salida en el caso de que llegase una oferta del exterior. Así lo entiende la entidad granota, cuyo presidente curiosamente compartió ayer una sobremesa informal con el técnico en la que se abordaron diferentes temas de una manera cordial.

El mandatario azulgrana, cuando se le pregunta por la continuidad del técnico para la próxima campaña, repite abiertamente siempre el mismo discurso que hace referencia a que el entrenador tiene contrato. A partir de ahí, afirma que JIM sabe que es el entrenador para el año que viene, si bien hasta hora se había echado en falta un gesto que mostrase buena predisposición más allá de lo escrito en negro sobre blanco hace nueve meses.

Esa situación, en cierta medida, había contribuido a que la relación entre las partes, pese a encontrarse el club en el mejor momento deportivo de su historia (nunca antes había estado el Levante a estas alturas de campaña tan arriba en la máxima categoría del fútbol español), se hubiese enfriado en los últimos meses. Prueba de ello era la ausencia de planificación conjunta si bien, tras la charla de ayer, las aguas se han reconducido.

La temporada de JIM, como ya publicó SUPER hace unas semanas, no ha pasado inadvertida para clubes ingleses que cíclicamente han visto los partidos del Levante esta campaña. De hecho, su situación se asemeja en parte a la vivida por Luis García la pasada campaña, quien acabó siendo traspasado.

Momento importante

Pese a lo delicado de la situación, ninguna de las dos partes había manifestado en ningún momento ninguna intención de romper el vínculo contractual entre ambas y de hecho, las dos son conscientes de que en estos momentos hay mucho en juego puesto que el conjunto azulgrana se encuentra ante una posibilidad única de hacer historia deportivamente... y de paso de dar un salto cualitativo. Clasificarse para Europa League no cambiaría en exceso la planificación, pero lo cierto es que los 18 millones de euros que se ingresarían por participar en Champions League (no comprendidos en el calendario de pagos) permitirían por lo menos aflojar un poco el ajustado corsé económico actual. Por eso, todo apunta a que cuando acabe de definirse la clasificación será el momento de iniciar la planificación en la que pese a todo Manolo Salvador lleva bastante tiempo trabajando.