En Orriols no se olvidan de Diego Costa, más todavía si Koné acaba siendo traspasado, y al margen de la avanzada negociación por el canario Ángel. Los técnicos lo conocen a la perfección, tanto que su cesión fue valorada en el pasado verano y se puso de nuevo a tiro en el posterior mercado invernal. El nombre del brasileño jamás ha desaparecido de la lista de delanteros a tener en cuenta, y el Levante ya ha sondeado su fichaje para la próxima temporada, donde podría volver a coincidir con Juan Ignacio Martínez, que ya le entrenó en el Albacete, en Liga Adelante.

La idea del Atlético, propietario de sus derechos hasta junio de 2013, es firme: no quiere volver a cederlo para que después se marche libre. O se queda en la plantilla colchonera, como recambio de Adrián o Falcao, o el delantero —llegó con 19 años, en 2007, y en octubre cumplirá 24— deberá buscar a un equipo que pague por él un traspaso. La entidad atlética está obligada a recaudar dinero para sus maltrechas arcas, y de este modo poder mantener a sus estrellas. La cotización de Diego Costa aumentaría si se resuelven los trámites que el jugador tiene en marcha para adquirir la doble nacionalidad. En una puja económica, el Levante pierde enteros. A su favor está su condición de equipo continental y el papel revitalizador que produce lucir la elástica granota.

Los 10 goles que ha marcado en 16 partidos como rayista lo sitúan en el mercado como uno de los reclamos ofensivos. No sólo para el Levante, también para Real Sociedad, Zaragoza, Getafe, Betis y Deportivo. Los donostiarras han atado al ´Chori´ Castro y pretenden que a su lado estén Carlos Vela, que ha militado cedido esta temporada en Anoeta y le han ofrecido ser el mejor pagado de la Real para contar de nuevo con él, y Diego Costa, a quien contemplan además como una vía para abaratar, si se reactiva, el eterno interés colchonero por Griezmann. El Zaragoza está buscando un delantero que marque los goles que le han faltado esta temporada, a pesar de haberse reforzado en enero con el hasta entonces granota Aranda. Sin embargo, Manolo Jiménez, que aún está en negociaciones para renovar, está contento con el rendimiento de ambos, y su única pretensión es amarrar un ´9´ más que aporte mayor competitividad y, sobre todo, más goles. Por su parte, el Getafe piensa en Diego Costa si Miku es traspasado, mientras que al Betis le encaja para suplir a Santa Cruz. Por último, el Deportivo de José Luis Oltra pidió su cesión en enero; y ahora los gallegos están dispuestos a echarle el lazo para su nuevo proyecto en la máxima categoría.

La penúltima vinculación

Aunque hubiera puesto en entredicho los margenes salariales en los que se maneja el ahora Euro Levante, las condiciones de la posible cesión en enero de Diego Costa no eran asfixiantes. El Atlético ofrecía sus servicios durante el segundo tramo de temporada por 250.000 euros brutos, más otros 150.000 por objetivos. Lo que no concedían los colchoneros, en ningún caso, era una opción de compra por el ´9´.

Su condición de extracomunitario, y el obligado fichaje de un extremo zurdo para cubrir la baja por lesión de Juanlu, abortaron su llegada a préstamo en enero. Además, con la cesión de Botelho, el club completó el cupo de jugadores sin pasaporte europeo junto a Keylor Navas y Gustavo Cabral. Quien llegó al final para reforzar el ataque fue el franco-argelino Ghezzal.

Los responsables del conjunto de Orriols, frenados por el cupo de extracomunitarios, se echaron finalmente atrás a la hora de negociar el préstamo. Lo que sí hicieron fue a interesarse por el estado físico del artillero, tras la grave lesión de rodilla —rotura de ligamento cruzado y menisco— sufrida el 28 de julio de 2011. El objetivo de esas consultas era estar puntualmente informados por si la cesión de Botelho no cuajaba y existía alguna posibilidad de incorporar al ariete; entre los sondeados se encontraba el exvalencianista Rubén Baraja, que fue tercer entrenador atlético en el tramo inicial de curso hasta el adiós de Manzano.

El club que apostó por el brasileño fue el Rayo y su rendimiento ha sido superlativo. En el Ciutat no olvidan que en el doloroso 3-5 de la pasada temporada, Diego Costa hizo sangre con dos tantos. Y eso que en los cuatro cruces anteriores ante el Levante, no metió ni uno.