Con independencia de cómo termine la renovación de Rubén Suárez, el Levante ya ha lanzado sus redes sobre Míchel Herrero, el clon de Barkero que Manolo Salvador quiere para reforzar el equipo. Pese a que ha sido en los últimos días cuando se ha acelerado de manera definitiva, la negociación lleva tiempo en marcha. La sintonía con el centrocampista de Burjassot y sus agentes es total, pero todo está a expensas de un acuerdo con el Valencia, puesto que el objetivo es ficharlo en propiedad. Tras su cesión en el Hércules, Michel tiene un año más de contrato con los de Mestalla, que aspiran a rascarle una contraprestación.

Míchel quiere jugar en el Levante y, por su parte, ya ha dado el OK. Tiene otras ofertas, incluida alguna del extranjero, pero le gusta el proyecto, estaría encantado de volver a Valencia y valora el tirón de jugar en Europa. Aunque Pellegrino lo ha podido ver en la promoción de ascenso, se sabe con pocas posibilidades de quedarse en el primer equipo, algo que ya le ocurrió con Unai Emery. Uno de los escenarios que el Valencia se ha planteado es introducir una opción de recompra y el cobro de variables por objetivos a cambio de darle la carta de libertad.

También el Hércules estaba intentando retenerlo, pero tras quedarse a las puertas de Primera es ya prácticamente imposible que lo logre. El valenciano ha sido una de las sensaciones de la temporada en el Rico Pérez. Con 13 goles en 34 partidos, se ha convertido en el máximo artillero de su equipo y una pieza clave para Juan Carlos Mandiá.

El Levante lleva tiempo siguiéndole la pista, aunque ha sido en los últimos días cuando se ha activado la operación de manera más firme. Míchel lleva en la agenda de Salvador desde la última época en Segunda División y, de hecho, volvió a ser una posibilidad la pasada temporada tras finalizar su primera cesión en el Depor. Sin embargo, entonces la lesión de la que acababa de salir, y que lo mantuvo prácticamente inédito, lo echó todo para atrás. Ahora el director deportivo no tiene ningún tipo de duda en que es el perfil de jugador que necesita.

Tanto Salvador como Juan Ignacio estuvieron siguiéndolo en el Rico Pérez en el partido de ida de la eliminatoria ante el Alcorcón, aunque lo habían visto ya otras muchas veces y estaban convencidos de sobra. Se trata de un fichaje de consenso que aliviaría en minutos a Barkero y que a sus casi 24 años tiene un largo recorrido por delante.