Hace ya un mes desde que el Levante cerrase la temporada con el encuentro ante el Athletic en el que se consiguió la histórica clasificación europea. Los jugadores granota llevan tres semanas de vacaciones y a algunos les empiezan a entrar ya ganas de tocar el balón. Ese es el caso de Rubén Suárez. El mediapunta asturiano es un ejemplo dentro del terreno de juego, pero también lo es fuera, y prueba de ello es su colaboración con el colegio Mas Camarena Valterna, al que muchos futbolistas del EuroLevante llevan a sus hijos. Con la temporada acabada, Rubén mata el gusanillo de fútbol compartiendo sus habilidades con los más pequeños, que se lo pasan en grande junto a uno de sus ídolos.

En una iniciativa del preparador de porteros del club Pepe Martínez Puig, tanto Rubén como otros jugadores azulgrana han estado todo el año echando una mano en esta actividad extraescolar, que busca fomentar en los más pequeños la práctica del deporte, así como que aprendan nociones básicas sobre su propio cuerpo y cómo utilizarlo para hacer deporte. Además, se trata de una iniciativa solidaria en la que, lo que pagan los padres de los niños, va destinado a la construcción de una escuela en Ecuador.

Sin duda un gesto entrañable por parte de Rubén y el resto de componentes del EuroLevante, que además de ser la revelación en la temporada, también son un ejemplo de normalidad y civismo.