El filial levantinista jugará la próxima temporada en Segunda División B. El club granota le trasladará a RFEF su intención de adquirir la plaza que ha quedado vacante en el grupo III de la categoría tras confirmarse el descenso administrativo del CD Dénia y, a partir de las 10:00 horas (que es cuando se extingue el plazo para confirmar vía fax o e-mail la voluntad de compra), el club dispondrá de 24 horas para efectuar el pago de los 190.000 euros necesarios para adquirir el derecho a jugar en la categoría de bronce del fútbol español.

La decisión está tomada de forma definitiva desde el pasado martes, que fue cuando el Consejo de Administración azulgrana llevó a cabo su última reunión. De hecho, ya la temporada pasada se barajó esa posibilidad, si bien en aquella ocasión el coste económico era más elevado (el precio que se pagó por jugar en Segunda División B fue de 390.000 euros) y finalmente se desestimó la opción.

El club ha hecho números y el presupuesto que destinará al filial indistintamente de estar en Segunda División B o en Tercera será prácticamente el mismo. Además, el desembolso que requiere la adquisición de la plaza tampoco dista en exceso de lo que el club habría tenido que pagar a la plantilla del filial en concepto de primas en el caso de que el equipo hubiese logrado el ascenso deportivo.

El conjunto dirigido por José Gómez —que seguirá en el banquillo una temporada más— acabó la temporada pasada en segunda posición de su grupo empatado a puntos con el Catarroja y disputó la promoción de ascenso a Segunda B, si bien cayó derrotado en su eliminatoria ante el San Fernando quedándose así en el camino hacia la Segunda División B, una categoría en la que finalmente militará cuando hoy finalmente ejecute todo el trámite.

Tras no lograr ascender fue cuando el club volvió a contemplar abiertamente la posibilidad de acceder a una plaza, como adelantó Ràdio Nou días atrás.

Iván, Roger, Higón...

El ´ascenso´ permitirá que algunos jugadores de los de mayor proyección, como Iván o Roger, foguearse en el fútbol profesional. Al mismo tiempo, permitirá que otros futbolistas que por contrato tenían pactado salir en calidad de cedidos este verano a otros clubes en el caso de no ascender (Higón es el más claro tras su renovación firmada el año pasado), se queden en la disciplina del B para seguir con su formación y, de ese modo, tengan la posibilidad al mismo tiempo de subir al primer equipo de forma puntual, como ya sucedió la pasada campaña con jugadores como los anteriormente mencionados Roger e Iván López.

El cambio de categoría, además, no afectará en principio a la planificación del equipo, ya que cuando se notificaron las bajas y se hicieron las ofertas de renovación después de la finalización de la temporada, se hizo ya pensando en la posibilidad de militar en la categoría de bronce.

Precedentes cercanos

El filial regresa así a una categoría que conoce ya, puesto que durante las temporadas 04/05, 05/06, 06/07 y 07/08 militó en Segunda B a las órdenes de técnicos como José Luis Oltra, José Ángel (que fue quien lo ascendió), Carlos Simón y Raúl Ruiz. De hecho, jugadores como Vicente Iborra y Héctor Rodas tuvieron su etapa de paso por el filial antes de dar el salto al primer equipo.

En total, hay cinco plazas vacantes en la categoría, aunque solo una de ellas pertenece al grupo III, el que engloba a los equipos valencianos. Es la dejada por el Denia; las otras cuatro, de Badajoz, Palencia, Ceuta y Puertollano.