El pasado 23 de abril, en una reunión en el hotel Westin, el Levante le transmitió a los representantes de Iborra, Mario Parri y Fede Marco, una propuesta de intenciones para blindarle el contrato. Fue, en realidad, la reconfirmación de algo que se venía hablando desde bastante tiempo atrás y cuyo origen databa de aquel periodo pasajero en el que perdió la titularidad a finales de 2011. Desde entonces el tema está encima de la mesa y ha vuelto a tocarse en varias ocasiones, pero sin entrar en faena. Las partes quedaron en retomarlo una vez pasase el verano y el mercado de fichajes, pese a que la predisposición de ambas partes es tan buena que no hay prisa en abordarlo.

Es lo que quedó claro ayer después de que Parri y Marco acudieran al Ciutat para resolverse unos flecos pendientes del fichaje de Míchel. Durante el encuentro aprovecharon para hablar de futbolistas en cartera y pasar revista a alguno de los ofrecimientos de este verano, pero quedó también claro que en este momento la situación contractual de Iborra no urge.

Ni el Levante ni el jugador quieren que su posible blindaje se convierta en un frente abierto que pueda desgastarlos. El club, no en vano, necesita un respiro y tomar aire una vez que dé por cerrado el mercado de fichajes con la llegada de Martins. Todavía le quedan dos años de contrato, hasta 2014, y tanto el club como Iborra están ahí tranquilos.

Quico Catalán ha reconocido en varias ocasiones y públicamente su interés en plasmar un contrato de larga duración y convertirlo con todas las de la ley en la insignia del club. Hoy por hoy ya lo es, pero el club piensa en su figura para tomar el relevo de Sergio Ballesteros una vez que el incombustible central de Burjassot decida cederle el testigo. La predisposición para ello es buena, aunque económicamente no va a tratarse de una operación sencilla.

Y es que hoy por hoy Iborra es ya uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla y el club mantiene intacta su política de no disparar el presupuesto. Las cuatro campañas que en su momento se le pusieron encima de la mesa a Xavi Torres dan una idea de por dónde podrían ir los tiros en su caso. El otro caballo de batalla apunta a la cláusula de rescisión. Con el ascenso a Primera se fijó en seis millones, que serán nueve cuando debute con la selección absoluta. Una posibilidad que lleva merodeándole desde hace meses y que tuvo uno de sus puntos álgidos cuando Vicente del Bosque reconoció que había barruntado la posibilidad de convocar a algún medio del Levante para la Eurocopa. El seleccionador tiene buenos informes suyos y considera que por su perfil totalmente distinto al de los ´jugones´ podría hacerle sitio como complemento. Sin embargo, lo cierto es que su hora no ha llegado y que el de Moncada tampoco se desespera con ese premio.

De momento lo que ha conseguido el Levante ha sido retenerlo. El Atlético sondeó seriamente su fichaje, pero a la hora de la verdad se amedrentó con la cláusula de rescisión. Quico siempre dejó claro que era innegociable y se ha mantenido firme. El club, eso sí, también valora la buena relación con sus representantes, que han ido de cara informando de las posibilidades reales y de los tanteos de otros equipos, entre ellos uno que el pasado verano estaba dispuesto a poner 4 millones encima de la mesa. Esa sintonía se presume clave en la posibilidad del blindaje, ya que un porcentaje de su ficha les pertenece.

Hay muchos equipos al acecho

Pese a que la realidad es que de momento quien ha apostado de verdad por Iborra es el Levante, en el club son conscientes de que son muchos los clubes que están al acecho „el Valencia entre ellos„, motivo por el que tampoco quiere que se le pase el arroz en este tema.