Manu Preciado se incorporará al cuerpo técnico del Cadete Autonómico. Todavía no ha podido reencontrarse con Quico Catalán, pero las sensaciones que el jueves absorbió cuando se pasó por las oficinas del estadio fueron prácticamente indescriptibles. En Orriols vivió un inolvidable ascenso a Primera. No pudo abrazar al presidente —esta tarde sí podrá—, pero sí se alegró al ver caras conocidas, sobre todo a Mora y Aizpurua, los guardametas de la primera plantilla en la exitosa temporada 2004/05. En la actualidad, ambos forman parte de la secretaría técnica del club de Orriols.

El apellido Preciado dará lustre a las categorías inferiores de la entidad. Desde el primer momento en el que recibió la llamada de Quico no lo dudó. Y dicho y hecho. Manu pasará a formar parte del cuerpo técnico del Cadete Autonómico, uno de los equipos con más envergadura de la escuela, que está dirigido por Miguel Grau, y que este fin de semana arrancará la competición en Buñol ante el Alcoyano. En un principio, comenzará a desarrollar sus funciones a partir del próximo lunes 1 de octubre. El hijo del inolvidable héroe del ascenso en Jerez de la Frontera tiene previsto iniciar de inmediato el curso de entrenadores, con lo que complementará las clases con un trabajo de campo en las categorías inferiores de la institución azulgrana. Será una experiencia enriquecedora, de la que seguro todos saldrán ganando.

Desde que se conoció la trágica noticia del fallecimiento de Preciado en Valencia, los actos de homenaje se sucedieron tanto en Gijón como en Santander, su ciudad natal, y el Levante, donde también alcanzó la gloria, no iba a ser menos. El fichaje de Manu Preciado para la factoría granota es un detalle de grandeza de una institución siempre dispuesto a colaborar, y que pretende que la leyenda del ‘bigotón’ siga unida a Orriols. Pero la muerte de Manolo Preciado no sólo convulsionó a los equipos que le tocaron de cerca; todo el fútbol español sintió la pérdida de un hombre que supo hacerse querer como pocos. Entre los tributos, a los que Manu siempre intenta siempre estar, el Consejo Superior de Deportes distinguió a su padre con la medalla al mérito deportivo a título póstumo.

El nuevo miembro de las inferiores ya se está adaptando a Valencia, una ciudad que conoce del histórico paso de su padre al frente del equipo, y en la que ahora vivirá con su novia. Como es normal, los primeros días están siendo frenéticos.

El Levante incorpora al hijo de Preciado

«Ayer, hoy y siempre». Ese fue el lema de la pancarta con la que la afición granota homenajeó a Manolo Preciado en su última visita al Ciutat. Un merecido mensaje de pleitesía. Hasta que él apareció, y salvo el ascenso de Vallejo de los sesenta, Orriols peregrinaba sin rumbo por carreteras secundarias. Fue un tipo cercano, que siempre correspondía con una sonrisa a cualquier muestra de cariño; además fue uno de los primeros que festejó la clasificación europea. Dejó su sello, siempre respondía a la llamada del Levante, y ahora el club pretende que su leyenda nunca desaparezca. «Manolo es historia directa del fútbol e historia de nuestro club. Y no sólo por cómo lo hizo, sino por los valores que transmitió, por su vitalidad, por su capacidad para superar las adversidades. Se va un tío de verdad, como a él le gustaba decir», declaraba un emocionado Quico Catalán tras el fallecimiento del mito.

En otro detalle de grandeza, el presidente levantinista contactó hace unos días con Manu Preciado, hijo del inolvidable ´bigotón´, para proponerle que forme parte del organigrama técnico de un equipo de las categorías inferiores. Manu vivirá en Valencia e irá dando poco a poco pasos en su camino hacia la obtención del título de entrenador, con el objetivo de ir haciéndose un hueco en un mundillo que le apasiona muchísimo. De momento, todavía no sabe junto a qué técnico de la escuela irá formándose en la Ciudad Deportiva de Buñol. Hoy seguro que recordará los éxitos de 2004 cuando se reúna con la ´cupula granota´ en las oficinas del club.

Será en Valencia donde Manu Preciado se forjará como míster. Las experiencias vividas con su padre ya son una base con fundamento. En el Levante era uno más de una plantilla de ganadores. Y allí comprobó el don del héroe de Jerez para unir a titulares y suplentes, sin que los menos habituales alzaran la voz. Son muchos los homenajes que ha recibido su padre y en todos, siempre que ha podido, ha estado. Nunca se cansa de acudir a cualquier cita en la que se reconozca su labor.

Lejos, tanto como 39 años, quedaba el último partido granota en la máxima categoría hasta que Manolo Preciado entró en escena. El 5 de junio de 2004 acabó la espera. Jerez fue tierra santa. Su honestidad, vitalidad y esa capacidad innata para superar las adversidades, permanecerá para siempre en el levantinismo. En una campaña, Manolo convirtió una entidad desmembrada en una familia bien avenida. El ascenso en Chapín le propulsó a la popularidad eterna. Lástima que la fiesta por un año celestial diera paso a un adiós precipitado. Jugadores, empleados del club, aficionados y periodistas formaron un frente común por su continuidad... y en junio lloraron por el trágico adiós.