El colegiado irlandés Allan Kelly, responsable de un centro de Spa en su ciudad natal de Cork, será el encargado de dirigir el encuentro que enfrenta al Levante con el Helsinborgs en la penúltima jornada de la primera fase de la Liga de Europa.

Kelly, de 37 años, es considerado el mejor árbitro irlandés y además la mayor esperanza del fútbol de aquel país de situar a un colegiado en una fase final de una gran competición, un objetivo que no fue posible en el pasado Mundial de Sudáfrica 2010.

Tiene la licencia FIFA desde 2002 y en este tiempo ha dirigido 65 encuentros internacionales, de los cuales seis han implicado a clubes españoles con un balance de dos victorias, dos empates y dos derrotas, aunque la última data de la UEFA 2008-2009 cuando el Racing cayó ante el Twente holandés (1-0).

Una lesión de ligamentos le retiró del fútbol cuando probaba con el Cork City, si bien le despertó una vocación arbitral que le viene de familia, ya que tanto su abuelo como su padre fueron árbitros. Incluso su progenitor es el responsable arbitral de la Federación irlandesa.