«En principio debería haber venido hoy (por ayer) y me pegué el farol diciéndolo. Espero que en las próximas horas esté con nosotros. Sabíamos que podía alargarse, pero sí que es verdad que se ha demorado unos días que no contábamos. Ahora prefiero ser cauto, pero creo que en las próximas horas estará ya en Valencia», manifestaba ayer Juan Ignacio en Buñol en el penúltimo entrenamiento de la semana. Aún tendrá que esperar un poco más, en principio hasta el entrenamiento del lunes, ya con la mente centrada en la remontada de Copa del Rey ante el Real Zaragoza, para tener a Oba a su disposición. El club tiene la constancia oficial de que Martins volará esta noche desde Lagos (Nigeria), con destino a Valencia para, por fin, finiquitar un retraso que se ha prolongado más de lo previsto.

Además de las tres últimas sesiones granotas de 2012, el nigeriano no ha estado en las dos primeras de 2013, tampoco podrá vestirse de corto en la de hoy, ni en la de activación de mañana, en las horas previas al envite ante el Athletic del ´Loco´ Bielsa, que no puede jugar por sanción. El club pensó en la opción de recurrir la quinta amarilla, pero finalmente el encargado en presentar los recursos, Jorge Lucas, desestimó esta variante al pensar que no iba a llegar a buen puerto.

Ni Juan Ignacio le va a dar un estirón de orejas, ni tampoco los jugadores van a hacer ruido por la ausencia prolongada del jugador franquicia. JIM manifestó que ya comentó en el vestuario que este retraso podía producirse y recalcó que ahora lo importante es poder disponer de él «cuanto antes».

Martins le transmitió a Juan Ignacio su preocupación „enfado en palabras del técnico„ por la ralentización en los problemas burocráticos, puesto que le hubiera gustado regresar antes. Lo cierto es que al jugador se le echó el tiempo encima. Tiene el visado italiano para viajar en regla, pero necesitaba otro especial para solucionar unos problemas fiscales en España, antes de trascurridos sus seis primeros meses. La gestión del Levante del miércoles ha sido clave. Incluso se intentó que no hiciera falta que lo tuviera que recoger en persona.