El Real Zaragoza está a un paso de hacerse con el delantero Rodrigo Ríos Lozano, conocido como ‘Rodri’ y que en la actual temporada está cedido por el Barça en el Sheffield Wednesday, lo cual significa que el club maño podría dejar pista libre al Levante con Bienvenu. A falta de seis días del cierre del mercado el Levante sigue a la espera de que se aclare el panorama mientras que el Zaragoza, como ya insinuó su técnico Manolo Jiménez, parece no estar muy dispuesto a demorar la contratación de un punta. En la capital aragonesa ya daban por hecha la llegada de Rodri, que todavía pertenece al FC Barcelona y aterrizaría al equipo de Manolo Jiménez también en calidad de cedido. La posibilidad de hacerse con Bienvenu sigue abierta para los granotas.

Ofensiva final por Bienvenu

El Levante ha iniciado en las últimas horas la que para bien o para mal tiene pinta de ser la ofensiva final por Henri Bienvenu. Según explicó Quico Catalán anoche tras la eterna reunión del Consejo, pese a que las conversaciones vienen de lejos la primera oferta formal por él data del pasado jueves. El posible fichaje del camerunés es una montaña rusa, puesto que ha llegado a estar casi descartado pero sin caerse nunca del todo. De hecho, tanto él como Acquafresca siguen en pie. En Orriols, eso sí, llevan sobre todo desde el lunes tratando de reavivar a Bienvenu a toda costa. En contra de lo que parecía, tampoco el Zaragoza ha sido capaz de atarlo por importantes diferencias con sus agentes una vez que el acuerdo con el Fenerbahce era un hecho, lo que incluso había llevado a su entrenador, Manolo Jiménez, a mandar un ultimátum: «O se decide o se decide».

Además del Zaragoza, que lo tiene casi descartado tras dejarle claro que ya no va a moverse un ápice, y de un Levante que siempre se ha perfilado como el mejor colocado, el Fenerbahce tiene a varios clubes más llamando a su puerta por Bienvenu, principalmente franceses y alemanes. Pese a las pocas opciones que ha tenido en los últimos tiempos, el camerunés conserva un buen caché, de ahí que novias no le falten, lo que dificulta cualquier negociación. En todo caso, los granotas han contado desde el primer momento con el punto a favor de que su preferencia sea venir a Valencia. Si en los peores momentos a la operación siempre le ha quedado un hilo de vida ha sido precisamente por ese detalle. Y eso que sabe perfectamente que sobre el papel su fichaje es para cubrir a Oba.

Por otra parte, se da la circunstancia de que el Levante ha visto en Bienvenu a algo más que un delantero para seis meses. El ariete cumple con el perfil de los futbolistas a los que en el Ciutat no sólo se les ha sacado rendimiento deportivo. Tasado en 5 millones de euros cuando salió del Young Boys suizo, los azulgranas aspiran a firmar una opción de compra mucho más económica y favorable a sus intereses que en caso de funcionar bien el jugador les permita quedárselo en junio o incluso poder hacer negocio al estilo de Felipe Caicedo. Desde el club se ha venido insistiendo, no obstante, en que no se trata de un detalle crucial y que podría venir sólo cedido para seis meses, al estilo de Ghezzal. Sin embargo, lo cierto es que desde el primer momento Manolo Salvador, que lo tenía ´fichado´ desde diciembre, lo ha tenido presente pensando más allá de junio, como opción de futuro.

Mucho ha tenido que ver en la maniobra del Levante con Bienvenu las complicaciones existentes con Acquafresca, la primera alternativa manejada por los técnicos. El delantero italiano ya reconocía el pasado martes por la noche a SUPER que había dejado «aparcada» la oferta de los granotas. Económicamente la operación se perfilaba complicada desde el primer momento y conforme se han ido desarrollando los acontecimientos lo ha sido todavía más. Eso sí, el artillero del Bolonia veía con muy buenos ojos la opción deportiva de enrolarse en la Liga y en su círculo incluso había llegado a dar por hecho su cesión a Orriols hasta el próximo junio tras conocer el estado de las conversaciones entre su representante oficial y el club azulgrana.

Con el freno de mano puesto

Los problemas económicos para asumir su elevada ficha, sin embargo, han dejado en un segundo plano la buena sintonía existente con el Bolonia para cerrar su cesión. Y es que, como ocurre siempre, económicamente el Levante va con el freno de mano puesto. Los granotas están llevando hasta el límite estas operaciones pese a que lo cierto es que entre el dinero ingresado de la UEFA y el ahorro en las fichas de Gekas y Volta el club ha hecho más de un millón de euros extra de caja.