El Levante perdió una oportunidad de oro en su intención de escapar del descenso ante un Nástic que caminó empujado por el apoyo del colegiado y se acerca a la zona de ascenso.

Pronto se pusieron de cara las cosas para el filial levantinista. En el minuto uno, una falta sobre Rubén Fonte dejó el esférico en una zona muy peligrosa y Andy no perdonó con un disparo sin demasiada potencia pero ejecutado de forma magistral.

Con el gol, el Levante se tranquilizó y el Nástic de Tarragona ganó metros hacia la portería de Ovejero, quien mostró mucha seguridad y salvó a los suyos en varias ocasiones. En el minuto 11 llego la mejor intervención del meta cuando el visitante Lago remató muy sólo en el área granota, balón que despejó con los pies el cancerbero.

A partir de la media hora de encuentro, el Levante despertó y consiguió igualar fuerzas con un Nástic que apretó mucho en el primer periodo. Con la victoria granota por la mínima se marcharon ambos al túnel de vestuarios.

En la segunda parte sucedió de todo, dos penaltis inexistentes en contra del Levante, uno de ellos detenido por Ovejero, quien no pudo hacer nada en el segundo y el Nástic logró el empate.

Con el tanto a favor, el equipo visitante acorraló a los granotas quienes sufrieron mucho en los balones aéreos. Precisamente, en una acción de este tipo llegó el 1-2 que ponía al Nástic por delante y así acabó el encuentro.

El Levante salió derrotado de Buñol, tocado por el arbitraje y con la sensación de que las jornadas pasan y la permanencia queda más lejana.